El blog feminista que cuenta hazañas de mujeres de todo el mundo.
Visitar el mirador Pré-Saint-Didier: cómo llegar desde Courmayeur (Italia)
Yo estaba viviendo en Courmayeur, mientras trabajaba como aupair y cuidaba a una niña de cuatro años llamada Nicole. Por las mañanas tenía un montón de horas libres mientras ella estaba en el colegio. El pueblo no era grande y no había mucho que hacer, por el momento no conocía a nadie de mi edad con quien entablar una amistad. Todo el mundo con el que había hablado era gente adulta o abuelos, simpáticos, pero echaba de menos charlar con alguien de mi quinta y con inquietudes similares.
Mi casa en CourmayeurIndia, mi mejor amiga italiana
Mi mejor amiga en mi época en el Valle de Aosta era la perra de la familia, India. Mi acompañante en las caminatas por las montañas cuando iba por ahí con la cámara de fotos. Como ya he dicho, tenía bastante tiempo libre y me venía bien despegarme un poco de los libros y salir de las cuatro paredes que me rodeaban. Hice mucho ejercicio, un montón de horas de senderismo con bastante frecuencia. Cerca de mi casa estaba: Pré-Saint-Didier.
Camino a Pré-Saint-Didier
Se trataba de una pequeña villa, del mismo tamaño que Courmayeur, donde había un mirador con unas vistas impresionantes. Se podía fotografiar de pleno el Monte Bianco, el pico más alto de Europa. Además de lo preciosos que eran los pueblos de la montaña, casas de piedra y calles que te transportaban a otra época. Un día decidí caminar con India hasta Pré-Saint-Didier, diez kilómetros ida y vuelta. No quería irme de ahí sin haber estado en ese mirador.
Vistas desde el mirador: Valle de Aosta y Monte Bianco de fondo
Es muy sencillo llenar, en la plaza principal del pueblo hay una oficina de turismo donde te darán toda la información necesaria. Con un mapa y fijarse en los carteles informativos, es suficiente. La subida fue dura pero merecía la pena, India tiraba por mí y por el camino encontramos un par de fuentes. No decepcionaron las vistas y yo fui capaz de pasar por una pasarela a muchos metros de altura, tengo vértigo por lo que fue toda una hazaña.
La pasarela del mirador desde abajo
Lo he dicho en otras ocasiones, Italia no solo es Roma y su Coliseo. El Valle de Aosta no debería caer en el olvido porque puedes encontrar rincones mágicos. Mi familia de acogida quedó sorprendida, llevaban años viviendo ahí y nunca habían subido al mirador que además es gratuito. Supongo que a veces vamos al otro lado del planeta aunque no hemos visto lo que tenemos al lado de casa.
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Molly Brown sobrevivió al hundimiento del Titanic, apoyó el sufragismo de Estados Unidos y se hizo millonaria gracias a las minas de Colorado. Su vida da para muchas películas y no solo para la aparición con DiCaprio.
Soy socióloga, feminista e inmigrante en Rumanía. Trabajo de SEO Copywriter y vivo de la escritura y lo que posiciono en Google. Nací en un pueblo de Pontevedra (Galicia, España) en 1994 y durante un tiempo fui Belén de ANHQV, una millennial con más empleos que la Barbie. Pero a mí lo que me gustaba era contar historias protagonizadas por mujeres.
Todo empezó en casa, con mi madre y mi abuela, que no paraban de hablar de las anécdotas familiares de la bisabuela María. Luego llegué a las clases de Historia de Pilar. Esta profesora de 2º ESO me abrió las puertas a un mundo nuevo: la Mezquita de Córdoba, la quiebra del Antiguo Régimen, el reinado de Urraca de León... Apareció en mi cabeza la pregunta que me sigue acompañando: ¿dónde estaban y qué hacían las mujeres de esa época?
De esta manera, creé mi cuarto propio para escribir nuestra herstory. Y aquí sigo, ahora en Bucarest, aporreando el teclado de Sen Enderezo que funciona desde 2014. Contacta conmigo en sen.enderezo@gmail.com