Florencia, una de las ciudades más bonitas de Italia

Por todos es sabido que Florencia es una de las ciudades más bonitas de Italia. Aunque Verona no tiene nada que envidiarle, tal y como he contado en otro post: Verona y Lazise: lugares que sorprenden. Nosotros, Maarten y yo, llegamos en tren. Hacía muchísimo calor y no teníamos ni idea de dónde estaba nuestro camping, el día anterior hicimos la reserva a pesar de los malos comentarios en la web. Era lo más barato y nuestro presupuesto era reducido.
Decidimos ir caminando, mirando un mapa de papel gratuito que nos dieron en una oficina de turismo. Agosto no es el mejor mes para perderse por Florencia, las calles están llenas de gente y se pierde parte de su encanto. Sacamos las primeras fotografías y nos fijamos en que escuchábamos más inglés que italiano.

Florencia
Fueron varios kilómetros, definitivamente quería dejar mi mochila en cualquier lugar y respirar tranquila. Llegamos al camping con la lengua fuera e hicimos una gran cola en recepción. Había muchas caravanas y familias de todas las nacionalidades, las personas que estaban delante eran alemanes. De nuevo, costaba menos dormir en una de las tiendas que el camping tenía montadas. Perfecto, íbamos a dormir en una cama.
Las críticas que leímos en internet eran ciertas. Los baños no estaban limpios y quedaban muy lejos de todo, la tienda no tenía enchufes como en Roma, parte del camping estaba en obras, la recepcionista no entendía bien lo que le preguntábamos… Fue el camping más caro, con diferencia, casi 40 euros por los dos y el servicio fue pésimo. Dejamos una crítica en internet, con todos los detalles. No lo recomendamos en absoluto.

Rincones de Florencia
Centrémonos en lo bueno. Después de una ducha, pateamos toda la ciudad. No seguimos un rumbo fijo, solo nos dejamos llevar y nos perdimos. No tengo buenas fotografías, le dejé mi reflex a Maarten y lo siento pero no es lo suyo. Tampoco digo que sea una experta, para nada. Más tarde pensé, lo importante de un viaje es la experiencia en sí, hablar otro idioma, conocer gente, aprender cosas nuevas sobre otra cultura, comer algo extraño… los verdaderos recuerdos, los que importan, son esos.
Solo estuvimos un día en Florencia, no queríamos gastar más dinero en un camping mediocre. Decidimos ir a la estación de tren y allí decidir nuestra siguiente parada, queríamos salir de las grandes ciudades y conocer algún pueblo no tan turístico y más autóctono. El elegido fue Cecina, donde acampamos en un camping casi en la arena de la playa. Una buena decisión.