Couchsurfing en Compostela haciendo de host de una pareja alemana

Septiembre fue el mes del couchsurfing. En casa quedó una pareja de alemanes bastante simpáticos. Ella hablaba español perfectamente, estuvo un año colaborando con una ONG en la ciudad de León (Nicaragua). Se fue sin saber el idioma y se buscó la vida. Recordaba con cariño todos esos meses, que le habían aportado muchas cosas. Trabajaba con los hijos de madres solteras o mujeres trabajadoras, que no tenían dinero para pagar una cuidadora como hace la clase alta. Ellas tenían que luchar con la doble jornada laboral: dentro y fuera de casa. Y además, buscar la manera para que sus niños no estuviesen desatendidos.

Cualquier aldea gallega…
Su pareja no hablaba tan bien español como ella, pero se defendía. Siempre podíamos cambiar al inglés. Se hicieron grandes amigos de mi socia, mi cachorra de griffon. Solo estuvieron un día, en realidad una noche y un desayuno, porque yo tenía cosas que hacer y ellos continuaban su viaje hasta A Coruña. Previamente, antes de llegar a Compostela, estuvieron por Costa da Morte haciendo surf un par de semanas.

Cena couchsurfing…
Tal vez volvamos a coincidir en Alemania o en Nicaragua, ya que ella no descartaba la idea de volver y él estaba dispuesto a emprender esa aventura.