Un viaje por Andalucía…
Intentaré hacer memoria para contar el último viaje que he hecho con mis padres. En esta ocasión no hablaré de un mochileo, sino de una pequeñas vacaciones familiares en las que pudimos conocer rincones muy interesantes de Andalucía: Córdoba, Sevilla, Cádiz, Jerez de la Frontera…
Mi abuelo materno era cordobés, aunque hijo de una gallega y un granadino. Mi madre siempre ha sentido un gran interés por Andalucía, su cultura y la gente. Durante años había escuchado las anécdotas de mi abuelo, que hablaba de tópicos como: los patios llenos de flores con las paredes blancas; la última hora de la tarde un día de verano cuando los vecinos sacaban las sillas a la calle y se ponían a charlar; la buena comida y los días de caza; los verdaderos tablaos flamencos lejos de los turistas… Un señor que siempre se definió como gallego-andaluz.
Cuando mi madre estuvo de cumpleaños, decidimos regalarle un viaje a Andalucía. Compramos un vuelo barato a Sevilla con la ya clásica compañía Ryanair y le dimos una gran sorpresa. Sin duda, los mejores regalos son los viajes. No se esperaba este detalle, creo que mi padre y yo disimulamos muy bien durante dos semanas, bajábamos la voz cuando hablábamos de posibles rutas.
Alquilamos un coche para estar más cómodos. En total fueron cinco intensos días, no queríamos quedarnos únicamente con las ciudades y pensamos pequeñas rutas. Conducía mi padre y tampoco queríamos que su viaje fuese tragar cientos de kilómetros de carretera.
La ruta fue la siguiente:
Sen Enderezo 