Sofía (Bulgaria), se puede viajar con poco dinero

He contado mi accidentado vuelo con Wizz Air, dando como resultado una llegada a las cinco de la mañana.
Tres horas de retraso y empezar las vacaciones con sueño. Mi mal humor cambió al día siguiente cuando empecé a pasear por la capital búlgara. Este olvidado país tiene mucho que ofrecer, no solo mano de obra barata para Alemania o España. Si te gusta la historia tienes que ir.
Del aeropuerto al centro de Sofía
Metro
Creo recordar que en Sofía hay tres líneas de metro que enlazan gran parte de la ciudad. Solo cuesta 1,6 lev (0,80 céntimos) y funciona muy bien: muchas frecuencias, limpio y sencillo. Es la mejor forma de moverse. Evidentemente a las cinco de la mañana no estaba abierto.

Taxi
Al contrario que en otras ciudades europeas, aquí los taxis no son caros. A través de internet se puede contratar el servicio: reservar trayecto aeropuerto-centro. Al llegar a la terminal, hay que ir a la oficina que está abierta 24 horas y decir tu nombre. Te entregarán el número de tu taxi, todos son de color amarillo, y estará esperando en la entrada principal. El trayecto no pasa de 20 lev (10 euros).
¿Dónde alojarse en Sofía?
Easy Hotel
Una habitación privada para dos personas costó 25 euros la noche. Abre las 24 horas del día, principal motivo por el que elegí este hotel. Desde el aeropuerto pagué 14 lev (7 euros) por el trayecto en taxi, a pesar de que estaba en la otra punta de la ciudad.
No esperes gran cosa, las habitaciones parecen cabinas de avión. Todo era diminuto y el baño era para los enanos de Blancanieves. El colchón duro y la persiana estropeada, no vale lo que cuesta. Una noche y nada más, hay opciones mejores.
Dolomites hostel
Perfecto sitio para conocer gente de otros países. Siempre recomiendo alojarse en hostels si viajas solo, no solo porque son más económicos que un hotel. La app más útil es hostelworld. En Dolomites hostel pagué 8 euros por una cama en una habitación compartida con seis personas. En realidad una cama no estaba ocupada, así que dormí con una chica estadounidense, dos alemanas y una turca.
La recepcionista que me atendió era mexicana, fue estudiante de intercambio y decidió quedar. Fue amable en todo momento, dando toda la información solicitada y proponiendo lugares auténticos para comer.
- Lo que más me gustó de este hostel:
- Está en el centro, a pocos metros de Lion’s Bridge Station (Лъвов мост).
- Aceptan las mochilas antes de la hora del check-in lo cual se agradece cuando vas de mochilero.
- Hay taquillas para guardar tus cosas, a cambio de 10 lev de fianza que recuperas si devuelves la llave.
- Desayuno incluido. No esperes un manjar, pero si hay café yo soy feliz.
- Cocina y frigorífico para hacer la cena o la comida, aunque no la utilicé porque compensa ir a un restaurante.
- Lo que no me gustó de este hostel:
- En cualquier parte, ocho euros por una cama no me parece caro. Es mi mentalidad europea, pero en Bulgaria no es una opción económica. Hay alternativas y nosotros éramos dos personas, pagamos 16 euros en total que equivalen a una habitación privada en una guest house.
- El baño daba miedo. Solo había tres para unas diez habitaciones con seis camas cada una, puedes hacer cuentas. La alcachofa de la ducha sale del grifo del lavadero, le das para arriba o para abajo para que el chorro salga por donde quieras. Mira antes de abrir el agua si no quieres empaparte cuando pretendes lavar las manos. Ya había visto este tipo de duchas en Argentina, por ejemplo, pero el suelo estaba inclinado y no se inundaba el baño. El problema no fue ese, lo que odié fue la peste a humedad. Dejo un link al blog La tortuga búlgara donde podéis ver una fotografía.

Couchsurfing
Para mí, la mejor forma de alojamiento. No solo porque es gratuita, sino porque es ideal para hablar con gente local y huir de los lugares turísticos. Fue la primera opción, un par de semanas antes había hablado con un chico peruano. Llevaba años en Sofía porque se casó con una búlgara, pero dos días antes del viaje canceló mi solicitud porque se había mudado recientemente. Couchsurfing no es una ciencia exacta, siempre ocurren cosas y puede haber cancelaciones. Lo entiendo perfectamente, aunque una mudanza sí que se puede saber antes de comprometerse.
El caso es que tuve que buscar una alternativa a dos días de mi vuelo. Casi todas las opciones buenas estaban pilladas, recalco que viajé en la segunda quincena del mes de agosto. Plena temporada alta. No fue posible reservar una guest house.
Booking
En este viaje, por primera vez en mi vida, utilicé muchísimo la app booking. Puedes cancelar las reservas y lo cierto es que en Bulgaria la mayoría de los hostales se anuncian en esta plataforma.
- Guest house
- Es una clásica opción en Bulgaria. Funcionan al estilo AirBnb, particulares que ofrecen una habitación a un precio económico. Algunas guest house son pequeños hostales, en otras ciudades sí que me usé este tipo de alojamiento.
¿Qué ver en Sofía?
Por toda la ciudad se ven sus raíces tracias y los monumentos recordando la independencia de Bulgaria en 1878. Del mismo modo, es evidente la presencia de los héroes (desgraciadamente las mujeres son invisibilizadas) de la II Guerra Mundial.
Catedral Alejandro Nevski
Con más de cincuenta metros de altura, es una de las iglesias ortodoxas más importantes de Europa. Declarado monumento de interés cultural en el año 1924. Su construcción empezó a finales del Siglo XIX, acabando la obra ya en el XX. El motivo principal para su creación fue honrar a los soldados rusos que murieron durante la guerra ruso-turca (1877-1879) que terminó con la independencia de Bulgaria y la expulsión del imperio otomano.
Con estilo neobizantino, cuyos materiales proceden de diferentes ciudades europeas como Berlín o Viena, su visita es obligada. La entrada es gratuita, siempre que se siga el protocolo habitual: es un lugar de culto, no está permitido llevar gorra o incomodar a los feligreses.
No se puede olvidar dar una vuelta por el mercado de antigüedades en busca de curiosidades o la Iglesia rusa de San Nicolás.

Parque Borisova Gradina
Es un enorme parque en medio de la ciudad. Puedes caminar durante horas, los búlgaros hacen deporte o pasean con sus mascotas. Allí está el Monumento al ejército soviético, entre otras estatuas que rinden homenaje a todas las personas con lucharon en la II Guerra Mundial contra el fascismo. Hay pintadas, algunas han sido borradas pero todavía queda la marca. Una lástima que no se conserven monumentos que hablan de una época y hechos históricos presentes en la memoria de muchos.
En este lugar también está el campus universitario y varios centros deportivos. Algunos edificios están descuidados, por ejemplo el antiguo estadio de fútbol pero será una constante en este viaje.

Estatua de Santa Sofía
En pleno centro de la ciudad, sencilla de encontrar, está Santa Sofía protegiendo la ciudad que lleva su nombre. Se encuentra en el mismo lugar donde había una estatua de Lenin, que desapareció con el fin del comunismo. Tomar una fotografía es una obligación.

Sinagoga sefardí
Esta sinagoga de principios del Siglo XX es el único lugar de culto para los judíos de Sofía. Se edificó sobre los restos de otra sinagoga. Recalco que es sefardí, es decir judío-española. Sufrió daños durante los bombardeos de la II Guerra Mundial, destrozando la biblioteca y dañando parte de la estructura.
Como era de esperar, los judíos también sufrieron la represión en este país. En 1940 se aprueba una ley que pretende su exterminación, siguiendo el lamentable modelo nazi. Se inauguraron campos de concentración.
En 1943 se aprobó su deportación, sin recibir el apoyo del pueblo afortunadamente. Destaca la oposición del Obispo Kiril, que llegó a bloquear la salida de un tren que partía de Plovdiv.
En la actualidad, la sinagoga opera como museo y hay exposiciones permanentes que intentan visibilizar esta realidad. También se realizan trabajos de documentación y recuperación histórica, desde fotografías a testimonios de las personas que sobrevivieron al terror.
Museo de arte socialista
Cualquier amante de la historia, como es mi caso, lo que quiere es conocer el pasado de la ciudad. En este museo, por solo 4 lev (2 euros) si eres estudiante o 6 lev (3 euros) para el resto del público, puedes ver las estatuas que estaban en las calles de Sofía y alrededores. Los ojos se van a las de Lenin, pero hay muchas más que recuerdan a otras personas que dedicaron su vida a luchar contra la opresión del fascismo.
Dentro del edificio, hay una pequeña colección de carteles de la época. Se nota que el gobierno búlgaro no está interesado en la memoria histórica, no reciben la financiación suficiente para la conservación o documentación de estas piezas. Una lástima que un país rechace su pasado y no apueste por la investigación.


¿Dónde comer en Sofía?
Viva el kebab
Acostúmbrate a ver comida turca por todas partes. Un kebab cuesta desde 2 lev (1 euro), siendo la opción más barata para comer. Normalmente es carne con lechuga, tomate, cebolla… pero añaden patatas fritas. Me hinché a comer kebab de diferentes tipos y gastando muy poco dinero. La gente joven sabe idiomas, el resto también si han emigrado pero quizás no inglés. No importa, si el dependiente solo hablaba búlgaro pues tocaba señalar.
Divaka
La recepcionista mexicana del hostel nos recomendó este restaurante para probar la comida búlgara. Suelen usar especias para todo, imagino que por la influencia de Turquía, y los sabores fueron nuevos para mí. El señor que regenta el local es un personaje, con un inglés mezclado con italiano se hacía entender y trataba estupendamente a los clientes. No sabía qué pedir, así que confié en su criterio y puso en la mesa lo que le pareció. En realidad todos teníamos la misma comida o muy similar: ensalada Shopska, hummus, kebapcheta…
Sobró comida, éramos dos personas y no fuimos capaces de terminar todo. Tampoco la cerveza de medio litro que siempre sirven en este país. Nos rendimos. En total pagamos 33 lev (16,5 euros), puede parecer muy barato pero no en comparación con otros locales búlgaros. Divaka está bien, la comida es sabrosa y el servicio muy peculiar, pero desconfío de un sitio si solo es frecuentado por turistas. Mejor buscar otras opciones.
No compensa ir al supermercado
Puedes desayunar por dos euros: café, tostadas (o lo que sea) e incluso zumo. Una comida normal ronda los cuatro euros, en Veliko comí en uno de los restaurantes más elitistas de la ciudad y solo pagué siete euros. Alta cocina y camareros impecables.
La cadena de supermercados más barata es Billa, su bolsa amarilla está por todas partes. Una compra de bocadillos y cuatro cosas en Lidl fueron 8 euros, una y no más. En este viaje no puse ni una olla al fuego.
Comida italiana y estadounidense
En lugar de promocionar la comida tradicional, se abren locales italianos o estadounidenses. Pizzas y hamburguesas por un euro. Llegué a pagar 0,50 euros por un trozo grande de pizza.
Senderismo en Sofía
La ciudad está rodeada de montañas, así que es muy fácil hacer una caminata fuera del asfalto. Lo más rápido es hacer una excursión al Parque Natural de Vitosha (a solo 10 km). Nosotros no pudimos ir por cuestiones de tiempo.
Los autobuses salen desde la estación de Hladilnika, hasta ahí se llega en metro (última parada de la línea 2).
- Opción A: subir en teleférico (abierto el fin de semana y vacaciones)
- Ida: 10 lev
- Dos direcciones: 14 lev
- Opción B: subir en el bus 66 hasta Aleko (4 lev)
Hay numerosas rutas, bien indicadas ya que en Bulgaria es común hacer trekking. Con diferentes niveles y aptos para todos los públicos, según lo que he leído muchas familias de Sofía van durante el fin de semana.
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Super util tu artículo… queremos ir a Bulgaria el año próximo, le tenemos muchas ganas!
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Me alegro mucho de que sea útil, ojalá os aporte información e ideas nuevas. De verdad, Bulgaria es un país para hincarle el diente!
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