4 días de ruta de trekking por Rila (Bulgaria)
Bulgaria es un país verde donde practicar senderismo es común, por algo un tercio del país está ocupado por montañas.
A pocos kilómetros de Sofía (1 hora en autobús) está Rila, una de las cordilleras fundamentales del país que cuenta con los picos más altos de los Balcanes. Sus siete lagos son de origen glaciar, puedes imaginar que los paisajes son magníficos.
¿Cómo voy a Rila desde Sofía?
La forma más barata de llegar es coger un autobús en la West Station de Sofía con dirección a Samokov. Salen cada media hora y cuesta 5 lev (2,5 euros). El trayecto tarde una hora aproximadamente.
Desde Samokov hay que cambiar de autobús para llegar a Borovets. Cada media hora sale un pequeño autobús de la estación, no tendrás ningún problema. Solo tardas 20 minutos y cuesta 1,5 lev (0,75 euros).
El teleférico de Borovets
Borovets es un pueblo turístico, conocido por la estación de esquí. Con muchas tiendas para turistas, un pequeño supermercado y ropa de invierno. Podrás comprar un mapa para las rutas de senderismo por 4 lev (2 euros), la portada es de color rojo y es muy útil ya que no tendrás cobertura en el teléfono. Ojo, pregunta el precio porque quizás te tomen por millonario y no viajero.
En Bulgaria usan la palabra góndola cuando hablan del teleférico. Costó 12 lev (6 euros), un timo si se tienen en cuenta los sueldos del país. Tardas unos treinta minutos en llegar a la cima y empezar a disfrutar de las vistas. Creo recordar que la última góndola sube a las 18:30.
Información importante sobre la ruta
- El clima es alpino, con constantes cambios de temperatura. Recomiendo llevar ropa térmica que transpire y una buena cazadora que corte el viento.
- Botas de trekking usadas, ni se te ocurra estrenar calzado para una ruta tan larga.
- La palabra hut significa refugio. Son muy baratos, de 7 a 15 euros por una cama pero no tienen baño ni duchas. Solo vimos uno con agua corriente. Nosotros llevamos una tienda de campaña para dos, ligera y compacta.
- Si acampas, tienes que llevar saco de dormir que aguante el frío de verdad.
- Los puntos de agua están en los refugios, no tiene sentido echar la tienda antes de llegar porque no puedes rellenar la cantimplora. Tampoco hay posibilidad de encontrar comida sin ser en el refugio: lleva provisiones.
- Nadie habla inglés. Evidentemente siempre aparece alguien con el que te puedes comunicar, incluso en español, pero no es la norma. Necesitas saber un mínimo de búlgaro, al menos los nombres de las comidas y saludar.
- En Bulgaria anochece antes que en España. A las ocho y media, a pesar de que sea verano, hay oscuridad.
- Es una ruta de fondo, muchos kilómetros y altitud que juega en contra de los asmáticos. Con seguridad puedo afirmar que es la ruta más complicada que he hecho en mi vida, pero terminé. No pretendo desanimar, de hecho es un reto asumible por todos porque no soy una chica deportista.
Sen Enderezo 