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Feminismo en Tailandia: cómo ser feminista en el budismo
El feminismo de Tailandia existe y nos demuestra a las europeas que debemos mirar hacia Asia para entender los movimientos sociales han surgido en los últimos años. Tal vez este artículo ha sido uno de los más difíciles que he escrito en para la serie Feminismos del mundo en Sen Enderezo, porque las feministas tailandesas son muy peculiares y merece la pena conocerlas de cerca. ¿Te apuntas a este viaje?
Feminismo en Tailandia: cómo ser feminista en el budismo
¿Cuándo empieza el movimiento feminista de Tailandia?
La lucha por los derechos de las mujeres y pensar el mundo a través de las famosas gafas moradas comienza a aparecer en Tailandia, en sintonía con otros países, a finales del siglo XIX. Las feministas de Portugal querían votar, el feminismo de Hungría exigía ocupar las mesas del aula y en El Salvador las sufragistas saltaron a escena unas décadas después. En Tailandia, el feminismo nació y se consolidó de una manera muy particular.
Revolución de 1932: del absolutismo a la Constitución
Tailandia, tradicionalmente conocida como Siam, padeció una monarquía absoluta hasta que un grupo de personas formaron el primer partido político (Khana Rarsadom) y organizaron una revolución que cambió por completo el país. Terminaron con siglo y medio de reinado de la Dinastía Chakri y 800 años de absolutismo y pobreza para el pueblo.
Aunque hubo un tiempo en que el Reino de Siam, es decir Tailandia, estuvo a las órdenes de China y Japón, resulta un país muy interesante porque jamás fue colonizado por un Estado europeo. Esa es la razón por la que se mantienen unas normas completamente diferentes y una cultura que choca con la visión de la española que está ahora al teclado.
De acuerdo, a partir de 1932 se escribe una Constitución y Tailandia empieza a modernizarse. ¿Cómo vivían las mujeres de Tailandia hasta ese momento?
La monogamia en Tailandia no era la regla. Los hombres podían casarse con varias mujeres, lo cual significaba un mayor status y pertenecer a una élite privilegiada. Más esposas = más poder. Hubo que esperar a que el Rey Rama IV aprobase una ley que permitiera que las concubinas fueran libres de vivir donde quisieran.
En la literatura, los textos como Krisana Son Nong y Sawadiraksa, se les explicaba a las mujeres cómo convertirse en concubinas en las altas clases sociales.
La Revolución de 1932 derribó los muros de las casas y abrió muchos debates en torno al papel de las tailandesas. Ya no eran propiedad de su marido ni vivían para estar encerradas en la esfera privada, la modernidad pasaba por ampliar sus derechos y considerarlas ciudadanas.
Amdaeng Muan fue una mujer común que se atrevió a solicitar al Rey Rama IV la prohibición de vender a la propia esposa o hijas. Además de garantizar que serían ellas las que decidirán sobre sus cuerpos y vidas. La reivindicación de Amdaeng Muan fue la primera vez en la historia de Tailandia que se exigieron derechos para todas las mujeres.
Feminismo religioso y el movimiento Bhikkuni
En Tailandia las mujeres querían estudiar y no iban a conformarse con el no de las autoridades religiosas. A menudo se dice que el budismo es una religión altruista y que piensa en la valía de todos los seres vivos, desde los animales a los humanos. No obstante, las cosas no son siempre lo que parecen.
El movimiento Bhikkuni surge para interpretar el Budismo Theravada desde una mirada en femenino. Querían poner a mujeres y hombres en el mismo nivel para que ambos desarrollaran sus capacidades. Este feminismo religioso rechaza la lectura misógina del dogma y aporta políticas de empoderamiento de las mujeres que parte de las creencias.
En la etnia Tai, la mujer siempre ocupó un status inferior al del hombre lo que provoca un ensañamiento contra la mitad de la población, por ejemplo el movimiento Bhikkuni denuncia la poca visibilidad que se le da a la prostitución en las culturas budistas. Las tailandesas cuentan con mayor índice de VIH y son víctimas de violencias machistas como las agresiones domésticas. Y nada de esto es una mera casualidad.
¿Por qué el budismo de Tailandia no trata por igual a mujeres y hombres?
El budismo dice que hay dos órdenes religiosas: el Bhikkhu sangha para los hombres y el Bhikkuni sangha para las mujeres. No hay evidencias históricas para determinar el origen de estas normas, pero se sabe que solo en India y Sri Lanka llegaron a existir las órdenes de mujeres budistas y actualmente solo continúan en la tradición Mahayana.
Las mujeres jirafa del clan Padaung de Tailandia se ponen un anillo de latón cada cinco años en el cuello y los tobillos.
En Tailandia, las mujeres podían convertirse en religiosas cuando vestían la túnica blanca de maechi. Sus condiciones de vida no tenían nada que ver con sus compañeros de religión varones y limitadas ocasiones para estudiar el dhamma (las enseñanzas de Buda).
Estas mujeres podían vivir en los templos a cambio de realizar labores gratuitas como cocinar y limpiar todas las estancias.
Afeitaban sus cejas, se rapaban el pelo y entregaban todas sus pertenencias a la orden en señal de modestia.
Todas debían practicar el celibato y el Ministro del Interior llegó a calificar a las maechi como candidatas de ordenación.
Las reglas para ordenar a una mujer en el budismo no están claras, la primera fue Mahapajapati y en Sri Lanka podían ser religiosas según el criterio de los hombres.
El Budismo Theravada tailandés ha ordenado a pocas mujeres en la ya mencionada Bhikkuni, aunque en 1928 se aprobó que los monjes podrían ordenar a las mujeres. Lo que busca el feminismo religioso de Tailandia es que desaparezcan las maechi y se establezcan órdenes de mujeres libres que disfruten de los mismos derechos que los monjes budistas.
¿Por qué los monjes budistas tenían más derechos que las maechi?
Mientras los chicos jóvenes pasaban una temporada en el templo preparándose para ser un monje budista, a las mujeres se les negaba esta oportunidad. Allí tenían alojamiento gratuito y no tenían que encargarse de las tareas más básicas como cocinar o limpiar porque ya había mujeres para ello.
Los “monjes temporales” venían de familias sin recursos y la vida religiosa les permitía avanzar. Y las mujeres que se encontraban en la misma situación, tenían vetada la entrada a las órdenes religiosas y estaban más expuestas a la explotación sexual para intentar sobrevivir. Es por ello que la creación de órdenes religiosas femeninas significó mayor independencia para algunas mujeres.
Como todas las religiones, las mujeres nacen con un pecado natural que les hace partir con desventaja. En el budismo le llaman karma y la cultura Tai dice que es por ello que las mujeres son inferiores a los hombres, porque en otra vida no actuaron bien y la consecuencia es que en la próxima vida hay que pagar el peaje. En una sociedad tan religiosa y tradicional como la tailandesa, resulta muy complicado romper con esta intrínseca desigualdad.
¿Cómo es el feminismo en el budismo de Tailandia?
El feminismo de Tailandia debe entenderse junto al budismo. El empoderamiento de sus mujeres no vendrá de las pancartas de las plazas parisinas o los despachos de conocidas instituciones norteamericanas. La lucha feminista en Tailandia es liderada por ellas mismas y la estrategia parte del conocimiento local. Y las europeas podemos ayudar visibilizando sus reivindicaciones, pero sin quitarles el megáfono.
Emma Tomalin ha estudiado el movimiento feminista religioso en Tailandia desde el año 2002. Resulta muy interesante conocer su investigación para acercarnos a las protestas de las tailandesas dentro del budismo. Por ejemplo, en 2003 Sri Lanka formó la primera orden Bhikkuni en la que solo se aceptan mujeres. Otro hecho histórico es que la primera mujer ordenada en Tailandia fuera una profesora de la universidad y otras religiosas fueron durante décadas maechi.
Seguro que cuando piensas en el budismo, te viene a la mente la típica túnica naranja. Lo que dudo que supieras es que simboliza la masculinidad y las maechi que vivían como religiosas (con menos privilegios) solo podían vestir de blanco. Pues al movimiento Bhikkuni le pareció una oportunidad poner color a sus blancos ropajes y pasarse al naranja.
Cuando vimos que Lisa se convertía en budista, todos pensamos que el budismo también deferendía la igualdad de género. Al parecer, como en todas las religiones, las mujeres tuvieron que ir haciéndose camino hasta ser tratadas por igual.
Además, las feministas religiosas de Tailandia también celebran eventos internacionales para tejer redes con otras asociaciones afines:
La ceremonia Ourstanding Women in Buddhismse organiza desde el año 2002 cada 8 de marzo (en Tailandia se reconoce desde el año 1989) en la sede de las Naciones Unidas en Bangkok.
La organización Sakyadhita realiza dos conferencias al año para hablar de las mujeres budistas en Tailandia.
Las primeras escuelas para mujeres en Tailandia
La modernidad no podía llegar a Tailandia sin un plan educativo que incluyese a las mujeres. Sin embargo, el fin último de las aulas era formar buenas esposas y madres capaces de educar a la siguiente generación de jóvenes tailandeses. Y el acceso a las aulas estaba limitado a las mujeres de altas clases sociales.
Puede parecer un pequeño avance sin importancia, pero que estas mujeres recibieran nociones básicas para enfrentar la vida (lamentablemente desde el paternalismo) marcó un antes y un después en Tailandia.
Hasta hace poco, las mujeres de la etnia Tai no podían estudiar. Los hombres se convertían en monjes budistas y se formaban en los templos, mientras ellas eran las maechi que trabajan gratuitamente para ellos. El feminismo religioso dijo que en Tailandia, ellas también iban a estudiar y ordenarse.
Y todo cambio pasa por el derecho a la educación y la igualdad de oportunidades. Las feministas religiosas reivindicaron órdenes que aceptasen mujeres y otras tailandesas llegaron a la universidad un poco antes de la revolución. En 1927 fueron admitidas en la Universidad Chulalongkon las primeras estudiantes femeninas. Y esta pequeña conquista no iba a ser la única. El siglo XX significó el comienzo de una era con mayor libertad e igualdad para millones de tailandesas.
Una mujer moderna en Tailandia. Un siglo XX lleno de cambios
El ideal de la mujer moderna tailandesa pasaba por abandonar la ropa tradicional y adoptar el estilo occidental. Sería una buena madre, mantendría la buena reputación y podría trabajar fuera y dentro de casa. Ya podemos intuir que lo de moderna solo quería en lo superficial, las feministas tailandesas tendrían mucho que decir al respecto y ahí siguen, reivindicando igualdad real.
De la noche a la mañana, la cultura Tai fue adoptando costumbres europeas y abriendo el hermético país al mundo. El turismo llegaría décadas después, antes tenían que conseguir que Tailandia fuese un destino apetecible para los forasteros:
En 1913 se empiezan a registrar a las personas por su nombre y apellido. Hasta ese momento, nadie tenía un nombre de familia y este gesto se tomó como un símbolo de modernización. Por supuesto, solo se adoptó el apellido del marido y el de la esposa desaparecía.
El nacionalismo tailandés ganó seguidores en la primera mitad del siglo XX, la etnia Tai quería expandir su idea de la mujer ideal tailandesa. Tras la II Guerra Mundial, la esposa de Field Marshal Plaek Phibunsongkham se encargó de difundir a los cuatro vientos que las mujeres eran las flores de la nación. Salvando las distancia, no era tan diferente al catecismo español que repetía que las mujeres eran las madres de la patria o el comunismo rumano que prohibió el aborto.
La tradición Tai marcaba que después de casarse, el marido debía mudarse a la casa de la esposa junto a sus familiares. Esta costumbre provocaba que la familia de la mujer tuviese que dar cobijo al marido y mantenerlo. Recuerda a la dote de India o China, que actualmente está prohibida, pero que consistía en (básicamente) pagar para que tu hija pudiese casarse con un cierto hombre. Un buen marido, significaba mayores inversiones de dinero y recursos. El resultado es simple: tener una hija en las zonas urbanas sale más caro. Los abortos selectivos, en los que solo se interrumpía el embarazo si habían engendrado una mujer, no eran una casualidad.
A partir de los años 60, Tailandia fue adoptando modelos económicos que buscaban imitar el estilo de vida occidental y abrieron sus mercados al resto de países. Necesitaban mano de obra femenina y las mujeres se incorporaron al mundo laboral asalariado, cuyas condiciones eran más precarias que las de sus compañeros hombres.
Protestas feministas en Tailandia
Y, como es evidente, hubo movimientos migratorios masivos. La gente que trabajaba en el campo quiso irse a la ciudad y las mujeres no perdieron esta oportunidad. La industria capitalista y, muy a menudo con firmas extranjeras, consiguió que las mujeres que antes labraban la tierra ahora cosieran pantalones o encajasen piezas de pequeños electrodomésticos.
A finales de la década de los 90, concretamente en el año 1997, Tailandia firmó el Plan Nacional y Social de Desarrollo y reconoció que los derechos de las mujeres eran una prioridad y que estaban protegidos por la Declaración de Derechos Humanos. Ponerlo sobre el papel puede ser el primer paso para que se traduzca en hechos. Porque ya en 1974, la Constitución de Tailandia dijo que las mujeres y los hombres eran iguales ante la ley.
¿Cuándo se aceptaron los derechos de las mujeres como una prioridad nacional?
Literatura tailandesa y el feminismo en Asia
El avance en la lucha por los derechos de todas las mujeres no surgió de la nada. Millones de personas trabajaron en la clandestinidad o poniendo la cara para que hoy, aunque haya que seguir mejorando, las mujeres de mi generación vivamos con más libertad. En Tailandia el proceso no fue diferente y la literatura del siglo XX también dedicó líneas al feminismo.
Hay que destacar dos revistas en las que se hablaba de los problemas de las mujeres y las soluciones feministas: Kulsatree y Ying Thai.
La revista Kulsatree
La revista Kulsatree sale a la calle en 1906 y publica su contenido una vez al mes. Es cierto que la revista estaba financiada por hombres y los cargos ejecutivos estaban ocupados por varones, pero entre los redactores también había mujeres. Nos recuerda a la revista literaria Seito dirigida por mujeres.
Criticó la poligamia y la precaria situación de las mujeres en Tailandia incluso después del matrimonio.
Las hojas de esta revista se convirtieron en una herramienta de lucha feminista. Se dirigían principalmente a mujeres con educación y capacidad para comprender los textos, pero también visibilizaron a las mujeres del rural.
La revista Ying Thai
Las lectoras de la revista Ying Thai de Tailandia eran mujeres de izquierdas que creían que la lucha de clases jamás podía olvidar al feminismo. Tanto las obreras como las campesinas estaban siendo explotadas y tenían que conquistar sus derechos. En los ejemplares de Ying Thai se invitaba a la unión del proletariado.
En 1954, Kulab Saipradit tradujo a tailandés obras de Engels para incluir sus teorías a la lucha obrera de su país.
¿Cuándo empezó la lucha obrera en Tailandia?
Organizaciones de mujeres y asociaciones feministas de Tailandia
Las mujeres de Tailandia empezaron a conocer sus historias en asociaciones de caridad o en uniones a favor de los Derechos Humanos. No importaba la intención de la asociación, el hecho es que tailandesas con miradas muy diferentes comenzaron a hacerse la misma pregunta: ¿por qué las mujeres de Tailandia no podían vivir al igual que los hombres?
La Cruz Roja y la Asociación de Mujeres Solidarias de Tailandia sumaban decenas de nombres de mujeres que querían transformar el país. Y ellas querían estar en primera fila. Había abogadas, enfermeras y gente común que quería colaborar.
Asociaciones a favor de los derechos de las mujeres de Tailandia
Ahí está la magia del feminismo, en que no importa de dónde vengas porque al final todas buscamos lo mismo: la igualdad entre personas. Habrá varias formas de conseguirlo y abriremos el debate las veces que sean necesarias, pero sin dejar de tejer redes de sororidad entre nosotras. Leer sobre el feminismo de Asia, también es una forma de acercarnos.
No todas las asociaciones de mujeres que soñaban con mayor independencia eran de ideología de izquierdas. El Club Cultural de Mujeres se fundó en 1943 y eran contrarias al comunismo. En sus reuniones solo asistían mujeres y daban su punto de vista sobre las corrientes artísticas que estaban surgiendo en Tailandia, las mejores políticas para la nación según su criterio y las obras literarias que no podían faltar en la estantería.
Las leyes tailandesas que limitaban los derechos de las mujeres con respecto a la familia, fueron modificadas a partir de 1954 ante las presiones de la Convención de Derechos Políticos de la Mujer y asociaciones feministas que no estaban dispuestas a parar hasta conseguir una sociedad alejada del machismo.
En la década de 1950 empezaron a llegar a Tailandia leyes a favor de la igualdad de género.
Lo cierto es que las feministas tailandesas no tenían una voz oficial en el sistema político. Ningún partido en el poder estaba poniendo interés en sus peticiones y es por ello que las mujeres no esperaron a que alguien las salvase, ellas solas se bastaban. Y fue en los 90 cuando nacieron la Fundación para las Mujeres y la Fundación de los Amigos de las Mujeres que unieron 60 organizaciones en su campaña contra las violencias machistas, las agresiones domésticas, el tráfico humano y los abusos sexuales.
Protestas feministas de Tailandia
Movimientos sociales de las estudiantes
Ya he mencionado que en la década de 1920, las universidades abrieron las puertas a las mujeres y pudieron formarse. Atrás quedaba la vida religiosa si querías acceder a la cultura, aunque solo los hombres recibían educación. Los 70 en Tailandia fueron una revolución para las feministas más jóvenes.
En la Universidad de Thammasat, las estudiantes empezaron a promover programas educativos en los que se debatiera sobre derechos de las mujeres, la erradicación de la prostitución o políticas públicas por la igualdad de género.
Fue la época de las grandes huelgas de los obreros de las fábricas. Entre los operarios había hombres y mujeres que querían mejorar las condiciones laborales: seguridad, salarios dignos, bajas por enfermedad…
Si eras tailandesa y querías ser madre podían despedirte sin dar explicaciones. La baja de maternidad durante 90 días se aprobó en 1993.
¿Cuándo se aprobaron las bajas por maternidad en Tailandia?
¿Qué hacen las feministas de Tailandia en la actualidad?
Cronología del feminismo en Tailandia.
Movimiento de las Mujeres en la Reforma Política Tai (WeMove)
Este grupo feminista quería revisar la Constitución y apoyó la revisión de las leyes relacionadas con la igualdad de género en el año 2016. La organización nació en 2006 con el objetivo de desarrollar una potente campaña social y política. Parte de sus integrantes ya eran activistas en otras asociaciones feministas de los años 80 y 90.
En 2012, el gobierno de Tailandia aprueba el Fondo de Empoderamiento de las Mujeres.
Se aprueban leyes de transparencia y se condenan las violencias contra las mujeres o el tráfico de personas.
Contra las violencias machistas
Una de las medidas más urgentes que exigían las feministas de Tailandia era aprobar leyes contra la violencia de género y dotar de fondos económicos dichas acciones. En 2007 se reconoce la violencia doméstica como sistemática y otro tipo de agresiones machistas como es el maltrato en la pareja o el acoso en el trabajo.
Se apoyan investigaciones de los crímenes machistas con mujeres policías, sin embargo hasta el 2009 no se admitían a las primeras 60 estudiantes en la academia de policía de la familia real.
Las fuerzas de seguridad recibirán formación en materia de género y cursos en los que aprenderán a hacer su trabajo sin victimizar a la mujer que ha sobrevivido a la violencia machista.
Programas de rehabilitación y protección para las mujeres que han sido maltratadas, entendiendo que las violencias machistas son estructurales.
Programas feministas y estudios de género en las universidades
En Tailandia solo dos universidades ofertan materias de género y cursos especializados: el programa de mujeres, género y sexualidad de la Universidad de Thammasat y el Departamento del Centro de Estudios de la Mujer de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chiangmai.
También se desarrollaron programas a favor de la paz.
Desde la universidad, quieren incrementar el número de consultas ginecológicas y llevar la educación sexual a todos los rincones del país.
Leyes para proteger la igualdad de oportunidades y el fin de la discriminación
Las trabajadoras asalariadas llevaban décadas reivindicando mejoras en sus jornadas laborales, pero las más desprotegidas eran las amas de casa que realizaban tareas gratuitas. En 2010 se llegó a legislar una ley para proteger a las amas de casa y las trabajadoras sexuales.
La prostitución ha sido una lacra en Tailandia durante generaciones. Las propias órdenes religiosas del país están financiadas, en ocasiones, por las trabajadoras sexuales o sus proxenetas. Muchos de sus locales no tienen licencia y trafican con seres humanos, pero algunos prefieren mirar hacia otro lado.
Tailandia vive del turismo y Occidente es tan hipócrita que compra un vuelo de avión, a veces, para probar los servicios sexuales de una mujer de este país. Vendiendo la esclavitud del siglo XXI como una experiencia exótica.
Liveourlives es un grupo formado por supervivientes del tráfico humano que con el activismo quieren terminar con esta atrocidad.
En la otra parte de la balanza, hay asociaciones feministas en Tailandia a favor de la regulación de la prostituación. A su parecer, esta es la manera de terminar con la discriminación y acabar con las mafias que obran fuera de la ley. Yo, como mujer blanca y europea, no soy nadie para opinar sobre lo que se vive en Tailandia y qué hay detrás de esta postura. Me limitaré a mencionar esta parte de la historia.
Feministas a favor de los derechos reproductivos
Un país no puede avanzar sin educación sexual, un sistema de salud que atienda en condiciones a sus ciudadanas y el poder de decidir sobre tu propio cuerpo.
Se han abierto clínicas médicas en las que se atienden adolescentes embarazadas. En 2016 se aprobó en el Congreso una ley sobre educación sexual y acceso a métodos anticonceptivos para evitar los embarazos adolescentes.
Casas pre-natales para atender a las futuras madres y centros en los que se da apoyo a las mujeres solteras que se enfrentan a la maternidad.
La Fundación Path2Health ofrece asesoramiento e información sobre abortos seguros.
Identidades de género en Asia
Las mujeres son discriminadas en Asia y deben unirse para la igualdad de género, pero los colectivos LGTBI son todavía más vulnerables. La transfobia en Tailandia es un terror que no se ha superado y resulta un acto de valentía vivir acorde a tu identidad de género. Esta triste realidad contrasta con la tradición de países como Filipinas, donde los homosexuales y transexuales eran considerados seres divinos.
Las diferencias étnicas llevaron al país a un conflicto armado que terminó con la vida de miles de personas (11.919 muertos) y estuvo activo desde 2004 hasta 2015, por lo que la Agenda de la Paz para las Mujeres (2015) exigen lugares seguros y de convivencia.
Protestas en Tailandia en contra del gobierno.
Feminismo en las redes sociales
Las feministas tailandesas saben que pueden utilizar internet para visibilizar sus protestas y unirse al grito de mujeres de todas las partes del mundo. Por ejemplo, han formado grupos para denunciar la romantización de las violaciones en algunas series de televisión de su país y también muestran las penosas condiciones laborales de las trabajadoras del textil.
Durante mucho tiempo, las voces de las mujeres fueron silenciadas en Tailandia. Ahora las periodistas también quieren ocupar posiciones de poder, hacer las entrevistas que las mujeres necesitan ver y cómo visibilizar qué ocurre en su país.
Y con el aumento de las mujeres que trabajan fuera de casa, se ha vuelto común contratar los servicios de otra mujer para que se ocupe de la casa y cuide a los niños. Es decir, las más privilegiadas pagan a otra mujer que también tendrá problemas para conciliar la vida laboral y familiar (pero sí, la empleada del hogar seguro que no puede contratar a nadie).
Y puestos a contratar a una asistenta o canguro para los niños, mejor que sea barata, por eso buscan a una mujer inmigrante que proviene de Laos, Myanmar y Camboya. En las redes sociales también vemos cómo se debate sobre esta modernización que consiste en pasarle la pelota al que menos recursos tiene.
¿Dónde puedes leer más sobre feminismo de Tailandia?
A continuación, voy a contarte qué artículos, libros y fuentes he consultado antes de teclear este artículo femista.
Pimwana,D. (autora), Poopoksakul, M. (traducción al inglés) Arid Dreams: Stories
El feminismo que no sale de la hoja de papel de poco sirve. Los cambios empiezan cuando una mujer puede vivir sin temor, ser libre para elegir su camino y sin justificar su orientación sexual o identidad de género. Las feministas de Tailandia siguen en la calle, en las instituciones y en las escuelas para construir un país más justo para todos. Si algo podemos afirmar es que hay muchas formas de ser feminista, incluso desde la religión, pero lo importante es mantener la unión entre todas. Y en Sen Enderezo, queríamos contarte qué está pasando en Asia y de dónde viene el feminismo de Tailandia.
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Soy socióloga, feminista e inmigrante en Rumanía. Trabajo de SEO Copywriter y vivo de la escritura y lo que posiciono en Google. Nací en un pueblo de Pontevedra (Galicia, España) en 1994 y durante un tiempo fui Belén de ANHQV, una millennial con más empleos que la Barbie. Pero a mí lo que me gustaba era contar historias protagonizadas por mujeres.
Gracias a mi profesora de Historia de 2° ESO, Pilar, apareció esta pregunta en mi cabeza: ¿dónde estaban y qué hacían las mujeres de esa época? Además, por suerte, mi abuela y mi madre siempre me han contado anécdotas familiares. Entonces, ¿por qué no juntar todo en una web feminista?
Eso hice. Y aquí sigo, ahora en Bucarest, aporreando el teclado de Sen Enderezo que funciona desde 2014.
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