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¿Qué opinan los españoles de los rumanos?
La televisión crea fuertes esteriotipos sobre los rumanos y personas de otros países. Por eso, en este post te explicaremos qué piensan de los rumanos en España a través del cine y las series de televisión más conocidas. ¿Cómo son los rumanos según los guionistas? Obreros de la construcción, prostitutas, limpiadoras contratadas ilegalmente… Y como española residente en Rumanía, me encargaré de romper todos estos topicazos en Sen Enderezo.
Lalola (2007) fue una serie española que emitían en Antena 3 en sesión de tarde. Capítulos cortos que comenzaban después del apartado de Deportes de las noticias del mediodía. El protagonista es Lalo, un treintañero exitoso en el trabajo e incapaz de comprometerse con una mujer. En una de sus noches de cacería, se encuentra con la rumana que cambiaría su vida para siempre.
Romina es rumana y reside en Madrid. En una fiesta conoce al guapo Lalo y se acuestan. Para él se trata de un encuentro casual, pero ella interpreta aquello como un flechazo y el inicio de una bonita historia de amor.
No voy a fijarme en el tópico del amor romántico, en el que la muchacha se enamora a primera vista. Mejor sigamos con los prejuicios sobre las mujeres rumanas en España.
Tras dejar mil mensajes en el contestador de voz de Lalo. Romina se preocupa pensando que le ha pasado algo grave y por eso no responde a sus llamadas. Parece que la joven rumana (interpretada con la impresionante modelo Natasha Yarovenko de origen ucraniano) no entiende que le están ignorando.
Lalo es un cobarde. Se ve incapaz de decirle a la cara que para él Romina era otro nombre en su larga lista de conquistas. Al final, ella termina entendiendo que fue un rollo de una noche. Y ahora es cuando empieza lo más interesante de la serie: la venganza de Romina.
Se pone en contacto con su abuela rumana para pedirle consejo. A lo que la anciana responde con la receta de un conjuro que se ha utilizado durante siglos en esta clase de situaciones. Aprovecha la luna nueva, pronuncia este encantamiento y Lalo desaparece del mapa. Por supuesto, los guionistas pensaron que una mujer de Europa del Este era perfecta para la magia negra. Quizá se inspiraron en la leyenda de Drácula.
En pantalla vemos la mañana siguiente. Una mujer guapa con tonos rojizos se levanta. Lleva los pantalones de un pijama de hombre. Y cuando se mira en el espejo, se escucha un grito.
Lalo ahora es Lola. La venganza de Romina consistió en un conjuro que le convirtió en mujer. De esta manera, el Don Juan podrá probar qué se siente al ponerse en los zapatos de las mujeres. Lo que duele ser rechazada, lo incómodo que resulta que alguien no dé señales de vida o explicar diez veces el mismo argumento en una reunión de trabajo.
Ahora la que tiene el mando de la trama es Romina. La bruja rumana que no romperá el hechizo hasta que Lalo aprenda la lección. En primer lugar, aprenderá a ser sincero con todas las mujeres con las que se encuentre. Y, esto lo añado yo, a que ningún hombre puede torear a una rumana.
El personaje de Romina es de Rumanía, como ya hemos explicado. Y podemos suponer que quisieron darle un nombre muy común en su país de origen. Sin embargo, las jóvenes no se llaman Romina. De hecho, se suele escuchar con más frecuencia entre las mujeres de etnia gitana.
En Rumanía hay muchas leyendas sobre el mal de ojo. ¿Mi preferida? Simular que escupes a un niño para no gafarlo o hacer esto mismo cuando hablas muy bien de alguien, no vaya a ser que pase algo malo.
La que se avecina – las rumanas ejercen la prostitución
Si alguien pregunta sobre qué piensan de los rumanos en España, puedo afirmar que a todos les vendrá a la cabeza el personaje de Raluca en La que se avecina. La comedia de Telecinco representa todos los clichés de la sociedad. Y como era de esperar, repite el patrón machista en todos sus personajes femeninos:
Berta es una mujer religiosa y promiscua, que no ha dudado en mantener relaciones sexuales con todos los hombres del edificio.
Raquel es una mujer guapa y con un currículum impresionante que sigue esperando a su príncipe azul.
Estela Reynolds es una actriz mediocre que hizo una película en el Destape. Oportunidad que consiguió después de pasar por debajo de la mesa del productor.
Y Raluca es una prostituta rumana con fuertes problemas de autoestima. Con sobrepeso y un acentuado acento de Europa del Este.
Esther Soto da vida a Raluca (con c en rumano, aunque en España lo suelen escribir con k). Sí, en efecto se trata de una actriz española con sobrada experiencia en la comedia. Llegó a la esquizofrénica comunidad de vecinos de Montepinar en la búsqueda de Fermín, un espetero malagueño con el que tuvo una relación sentimental.
Cuando busqué información sobre este personaje, desconocía que la actriz es española. Pensé que era una mujer de Europa del Este exagerando el acento, siguiendo la comedia de la serie.
¿De qué trabaja Raluca? Pues ejerce la prostitución. La rumana ofrece sus servicios a todos los vecinos, dando a entender que disfruta mucho de su trabajo. El debate comienza cuando pensamos en los papeles que el cine y las series españolas tienen reservados para las rumanas. Siempre tienen empleos poco cualificados o, directamente, se prostituyen. Si los españoles solo ven a la gente de Rumanía en estos roles, parece lógico que piensen que esa es la regla general. Y no, por supuesto que no todas las mujeres rumanas emigran a España para ser prostitutas. Prejuicios de este tipo hacen mucho daño.
Cuando una familia rumana emigra a España, resulta común que dejen de hablar la lengua materna en casa. Desean que sus hijos aprendan español rápido y sin ningún tipo de acento. Los estereotipos sobre Europa del Este son tan negativos que no quieren verse relacionados con ellos.
Lo he explicado en repetidas ocasiones, lo mejor de Rumanía es su gente. Aquí logré el trabajo cualificado que deseaba y llevo casi dos años residiendo en unos de los países con peor fama de Europa. Y aquí sigo, disfrutando cada vez más de Bucarest y la cultura rumana. Al estudiar el fenómeno de la emigración rumana a España, te das cuenta de que los perfiles más cualificados se fueron a Alemania o Francia. Mejores salarios y más oportunidades laborales. En España consiguen empleo en la hostelería, la construcción, el transporte o la agricultura sin dominar la lengua. No obstante, muchos de esos trabajadores temporales cuentan con una licenciatura y rompen por completo el cerrado esquima de «qué opinan los españoles de los rumanos».
Recomiendo leer las entrevistas y otros proyectos de Esther Soto. En especial las ocasiones en las que habla sobre la gordofobia y su forma de ver el mundo, siempre desde la comedia. Reconoce que en la industria audiovisual, las mujeres gordas siempre terminan en los mismos papeles, hecho que es hora de cambiar.
Los Serrano, Aquí no hay quien viva y La vergüenza – el rumano es albañil
El rumano que sale en la televisión española siempre viste mono de trabajo. En Los Serrano, Aquí no hay quien viva y La vergüenza hemos visto a fuertes hombres que se ganaban la vida en la construcción. Rudos, machistas, de ojos azules y pelo dorado. Con problemas para comunicarse en español.
Yo no hablo rumano. Vivo en este país desde hace casi dos años y no domino el idioma. Las generaciones más jóvenes hablan con fluidez inglés. Crecen rodeados de películas, libros y música anglosajona. Preparan el oído para defenderse en otro idioma. Las veces que me he disculpado por no hablar la lengua local, siempre he recibido la misma respuesta: “No te preocupes, sabes español e inglés. No necesitas el rumano para nada.” Estas palabras dicen mucho.
Los padres rumanos repiten el mismo consejo a los niños: aprende idiomas. Consideran que su lengua materna es irrelevante para el mundo globalizado. Miran hacia España o Alemania pensando que todo lo de allí es mejor. Los emigrantes retornados, al igual que los gallegos, hablan de las maravillas del país de acogida. Nadie quiere contar lo agotador que es física y metalmente moverte a 3.000 km de tu patria, y lo digo con conocimiento de causa.
En Bucarest, el Instituto Cervantes es una institución de gran prestigio. He conocido a muchas personas que tomaron cursos de español y son capaces de hablar y escribir sin fallos ortográficos. Escuchan telenovelas latinas y tienen referencias a nuestro idioma en muchos contextos. Que algunos afirmen que dominan el idioma cuando no es verdad (el típico dato de CV) no significa que no comprendan un mínimo. El rumano, aunque algunos se sorprendan, tiene el mismo origen que el castellano: el latín. En resumen, ¿qué opinan los rumanos de los españoles? Que vienen de un país con mucha tradición, historia y hablan un hermoso idioma. Podríamos trabajar un poco en la imagen que nosotros construimos sobre ellos, ¿cierto?
En Los Serrano, hay un capítulo en el que están haciendo reformas en el colegio. Entonces Candela, la directora, se acerca para preguntar cómo está yendo el trabajo y cuándo creen que van a terminar. Los obreros no entienden ni una palabra de español, el único motivo por el que les han contratado es su bajo precio.
Están seguros de que la directora y otra profesora no les entienden, entonces hablan sobre su aspecto físico diciendo “te voy a dejar mirando para Timisoara”. Un juego de palabras.
Los actores que hacen de obreros, son realmente rumanos. Sin embargo, es evidente que no hablan la lengua a diario o que están tan integrados en España que olvidaron el lugar de origen de sus padres. Tal vez ni hayan nacido en Rumanía, porque millones de rumanos llevan décadas residiendo en España (especialmente después de la caída del comunismo (1989) y la entrada en la UE en 2007).
En el caso de Aquí no hay quien viva, nos encontramos con una escena parecida. La familia Cuesta tiene problemas de espacio y decide mover el tabique de la habitación de matrimonio. Pensando en la economía familiar, se ponen en contacto con trabajadores de Europa del Este que no saben español.
Juan, el famoso presidente de la comunidad, acompaña la jornada con música clásica para que sus vecinos no se den cuenta de lo que está haciendo en su piso. ¿Recuerdas la escena de pico-mazo-pico-pico-mazo?
En otro capítulo, Pedro (el prometido cincuentón de Belén) amenaza a Emilio. Sabe que se han acostado, así que le dice al portero: «Como te vuelvas a acercar a Belén, te corto las piertas. Yo mismo o, si me viene mal, un par de rumanos que me hacen estas gestiones.»
Y más reciente es la serie La Vergüenza, de Movistar +. Me gustaría pensar que lo que se piensa de los rumanos en España está evolucionando. Demostrando que poco sabemos de este país y sus compatriotas. Jesús es el protagonista de esta miniserie, el típico ejemplo del cuñadismo.
Miente, manipula, pretende y es un auténtico fracasado en su trabajo. Se define como artista y no es capaz de tomar buenas fotografías en bodas y bautizos.
En una de sus absurdas ideas, quiere instalar una ventana en su cuarto de baño y llama a un albañil rumano llamado Favio.
Por supuesto, Jesús utiliza palabras sencillas sin artículos y sin conjugar los verbos, facilitando el trabajo de comprensión al albañil rumano. Favio no solo domina el español, sino que respeta todas las normas legales y utiliza tecnicismos para hablar sobre las tareas que necesitaría realizar en la casa de Jesús. En resumen, el único que da vergüenza es Jesús.
Antidisturbios – el rumano es ladrón
Antidisturbios es una serie centrada en una de las profesiones menos populares en España. La cuadrilla de policías comete una negligencia en el primer capítulo y toda la trama gira en torno a aquel error de milésimas de segundo. Laia es la mujer que interpreta el papel principal y trabaja en Asuntos Internos, su objetivo es descubrir la verdad.
Hay varias dificultades durante la investigación, hasta que llegamos a los rumanos. Siguiendo con el tópico más clásico de los rumanos en España, se comete un robo con violencia y la nacionalidad de los criminales es la rumana. Ocurre lo mismo que con la imagen de la prostituta rumana, cuando solo se muestra esto, se reproduce un prejuicio que hace que los hijos de los rumanos no quieran vincularse con el país de sus padres.
Pongamos otro ejemplo. La clase baja o trabajadora de España siempre se ve en las películas como las chonis y los canis. Personas maleducadas, sin formación y con preocupaciones relacionadas con un after y coches tuneados de alta gama.
Si todos piensan que “ser de clase trabajadora” es lo que ven en la pantalla, nadie va a utilizar esas palabras.
Pues lo mismo ocurre con los rumanos ladrones que salen en los medios de comunicación españoles. Basta de indicar la nacionalidad solo en los casos en los que el criminal es de Latinoamérica o Europa del Este.
Como este artículo tiene una parte personal, quiero aportar un dato. Solo entraron a robar en mi casa una vez. No estaba en la vivienda, durante días me estuvieron siguiendo para controlar mis horarios. Abrieron una ventana y, en cuestión de minutos, dejaron todo por el suelo. Buscaban dinero en efectivo y joyas. Olvidaron que yo no guardo ese perfil, la cartera se fue conmigo y los únicos pendientes de oro que tengo los llevo puestos. ¿Dónde me robaron? En Galicia, cuando vivía a las afueras de Santiago de Compostela. Rumanía es un país seguro.
Esta idea tan repetida en las opiniones de los españoles sobre Rumanía, me recuerda a otra gran pregunta: ¿Cómo son los rumanos físicamente? pues, ¡hay de todo! tODOS SON DE FIAR, PERO LOS HAY CON ESTATURA MÁS EUROPEA, RUBIOS, MORENOS, CON RASGOS TURCOS, GORDOS, MUY FLACOS…
Mar de plástico – la rumana está en la trata
Nos vamos a Almería, a un lugar repleto de invernaderos. Una chica huye de alguien que le persigue, hasta que logra alcanzarla y la mata. Mar de plástico es una serie que cuenta qué pasa en un sitio cuando algunos se convierten en ricos y se aprovechan de los temporeros. Inmigrantes ilegales, un crimen en un pequeño pueblo y un pasado comprometedor.
Sin hacer spoilers, en un capítulo se menciona Rumanía. Y, tal y como esperabas, no para hablar de lo mejor de esta parte del mundo. Jóvenes captadas en Europa del Este que son obligadas a prostituirse en España. Una aterradora realidad propia de Amelia Tiganus.
Nadie niega la trata de mujeres y la prostitución. También hay rumanas que se ven dentro de este círculo de destrucción. Sin embargo, yo quiero plantear lo siguiente:
¿Por qué siempre se pone el punto de mira sobre la mujer prostituída? Si existe la prostitución es porque hay hombres dispuestos a poner un precio al cuerpo femenino. Y, con frecuencia, un jefe esperando a recoger los frutos de este acto. La trata es el último escalón.
Si en la televisión solo vemos actrices rumanas o de Europa del Este interpretando este rol, jamás saldremos de este enfermizo estereotipo. No se trata de maquillar las cosas o poner una venda sobre los ojos, simplemente sería justo mostrar otras realidades.
Cuando se mencione Rumanía en el noticiero, la prensa o el cine para algo más que la injusticia de la trata de mujeres, quizá no tenga que explicar tantas veces qué hago aquí y por qué me gusta vivir en Europa del Este.
En la serie se realiza una videollamada entre Almería y Rumanía. La productora ni se molestó en encontrar a unos actores que hablasen bien el idioma, lo único que se escucha con claridad es “Da” (sí).
El tiempo entre Costuras – la rumana es de derechas
Sira es una modista de un barrio castizo de Madrid. Por azares de la vida, se ve sola en Tetuán a las puertas de la Guerra Civil Española. Lo único que sabe hacer es coser, oficio que le enseñó su madre. Y ese don para la confección haría posible poner en jaque a un ejército, pero sin dar un solo tiro.
Por su taller pasan las damas de la alta sociedad de Tetuán. Una ciudad multicultural en la que conviven personas de todo el mundo, antes del conflicto armado que dividió a la sociedad en dos bandos enfrentados. Pronto la inteligencia inglesa se da cuenta del valor de Sira y le proponen un trabajo: conseguir información sobre los nazis.
Esta mujer hecha a sí misma se traslada al Madrid destruído por las bombas fascistas. No vuelve a su humilde barrio de la infancia, ahora se aloja en los mejores hoteles y solo se rodea de familias adineradas.
A su taller solo acudirían las esposas de los altos cargos nazis desplazados en España.
Toma café en un lugar exclusivo frecuentado por alemanes.
Acude a eventos sociales de franquistas, italianos y alemanes. Teniendo la oportunidad de hablar con las autoridades más influyentes del régimen.
En una escena, en la que Sira presenta a sus futuras clientas, señala a una condesa rumana. Una mujer casada con un hombre muy importante en la dictadura de Ion Antonescu. Rumanía empezó la II Guerra Mundial del bando nazi y luego se hizo comunista. Me hubiese encantado ver a Mita Biciclista, la rumana que rompió con todas las reglas de la época, igual que Sira.
No todas las rumanas son conservadoras o de derechas. Es cierto que Rumanía es el único país ortodoxo y con lengua latina, donde la religión juega un papel importante, pero hay otros datos que suelen desconocerse. Por ejemplo, el aborto libre en Rumanía es legal y se aprobó décadas antes que en España.
Veneno – el rumano es un hombre agresivo
Hace muy poco que terminé de ver la serie Veneno. Admito que el primer capítulo me pareció un aburrimiento. Pensé en dejar de verla, pero le di una segunda oportunidad y no me equivoqué. La actriz principal es Lola Rodríguez, de Canarias y activista LGTBI. Entre otras facetas de su vida, es una mujer transexual que hizo su tránsito durante la adolescencia. Por fin una serie española con personajes transexuales interpretados por actrices con esta característica.
Recuerdo ver a Cristina Ortiz, apodada La Veneno, en los programas sensacionalistas. Ante mis ojos de niña pequeña, la veía como una mujer muy operada. En ningún momento se me ocurrió pensar que Cristina nació con el nombre de Joselito y luego se dio cuenta de que era una mujer.
Y la serie tendrá sus errores, pero pocas veces hemos visto historias como la de Veneno. Parte del elenco está compuesto por mujeres transexuales, de hecho algunas conocieron a la verdadera Cristina. Pero volvamos al tema que nos concierne y qué pinta un hombre rumano violento, machista y aprovechado en la vida de Veneno.
Cristina nació en un pueblo y nunca tuvo las cosas fáciles. En su última etapa, mantuvo una relación sentimental con un rumano más joven que ella. Un hombre con problemas de adicción que se aprovechó de Veneno, hasta el punto que vendió sus pertenencias después de la repentina muerte de la andaluza.
Un día encontraron a Cristina tirada en el salón de su casa con un fuerte golpe en la cabeza. Investigaron y concluyeron que fue un terrible accidente. Lo que piensan de los rumanos muchos españoles es que son personas muy violentas. Es verdad que Veneno se encontró con una persona despreciable y nació en Rumanía, pero volvemos a comprobar que los hombres de Europa del Este solo aparecen en el cine español de forma negativa.
Amar en tiempos revueltos – los rumanos son comunistas
¿Quién desconoce la identidad de Pelayo? El abuelo de Amar en tiempos revueltos nos enamoró con su prosa y el carácter amable que le caracterizaba. De fuertes ideas republicanas y de izquierdas, dejó claro que era un oyente habitual de Radio Pirenaica a la vez que un excelente cocinero.
La radio clandestina del Partido Comunista empezó a emitir desde Moscú. Tenían que omitir las intransferencias que metían los franquistas, hasta llegar a las casas españolas. Por motivos técnicos, la sede de la emisora se trasladó a Bucarest durante el comunismo.
Pelayo es invitado a acudir como experto en cocina. Se sentaría frente a los líderes comunistas para hablar de sus mejores platos y las recenas del Asturiano. Es agradable encontrar referencias a Rumanía en series históricas. Efectivamente, Radio Pirenaica no estaba en Francia. En Cuéntame cómo pasó también vimos una referencia a Rumanía, cuando la familia Alcántara estaba en el pueblo veraneando. En la televisión de la cocina estaban emitiendo la perfecta actuación de Nadia Comăneci, aunque no mencionaron que la gimnasta que logró un 10 (marcando un hito histórico) es rumana.
¿Qué opinan los españoles de los rumanos? En general, cosas malas. Las series españolas de televisión reproducen constantemente imágenes negativas sobre Rumanía. Presentando mi país de acogida como un lugar peligroso, con población violenta y trabajos de baja cualificación. Yo me siento muy afortunada, dedico mi tiempo a un empleo que disfruto y donde me dieron la oportunidad de crecer. Con el tiempo me estoy adaptando, algo que no se hace de la noche a la mañana. Y después de casi dos años en el extranjero, puedo afirmar que lo que piensan de los rumanos en España no se parece en nada a lo que veo cada día.
Si ya las Islas Canarias son impresionantes y atraen turistas de todas las partes del mundo, El Hierro es todavía mejor. ¿Por qué? Por ser una isla ecologista, un punto histórico, un paraíso con playas…
Lee esta completa guía en la que explicamos qué ver en Ciudad Real, en la capital y las provincias. Hacemos un repaso por la historia de España, incluidos los molinos de Don Quijote.
Descubre las diferencias entre los desayunos alrededor del mundo. ¿Qué comen por la mañana en Latinoamérica, Asia o África? ¿En todos los países europeos se toman tostadas con café?
8 Comments on “¿Qué opinan los españoles de los rumanos?”
Yo soy español, soy de esa rara avis de piel blanca y ojos azules, tranquilamente podría pasar por ciudadano del Este, y mas de una vez me han confundido hablándome en su idioma. Si, estoy orgulloso de haber trabajado en un parking y de haber aprendido más sobre las personas con compañeros rumanos, búlgaros, polacos, colombianos, peruanos, que sentado en el pupitre de una facultad, y lo simples que algunos españoles somos etiquetando al que no es igual por no conocer. No me extraña cuando mi compañero de trabajo tenia visita de algún paisano suyo que tuvieran cierto recelo hacia mi, les decía: tranquilos es buena gente, curioso eh? Los tópicos son cómodos para los ignorantes pero hacen daño si vamos a convivir, Quien dice convivir, dice mezclar sangres, hay cada bellezón de rumana que alucinas, a ser buenos.
Gracias por leer mi blog, Sen Enderezo, y dejarnos un comentario. En este artículo intenté desmontar todos los esteriotipos sobre las personas de Rumanía que tantas veces hemos visto en la televisión española.
Cuando camino por las calles de Bucarest, jamás se dan cuenta de que soy extranjera. Solo es evidente cuando hablo rumano, ya que mi acento es diferente. Pero ¿sabes qué pasa en ese momento? Pues que de forma automática creen que mis padres son rumanos emigrados a España. No les encaja que sea 100% gallega e inmigrante en Rumanía.
Por Europa del Este, y en especial Rumanía, han pasado centenares de civilizaciones. En la actualidad, vivo entre rumanos, lipovanos, arrumanos, minorías húngaras, descendientes de sajones, etnia gitana… con toda esa mezcla, resulta imposible quedarse con una fotografía fija de “cómo es físicamente un rumano”. Incluso en Bucarest hay una alcaldesa de sector de origen francés nacionalizada y el alcalde de Timişoara nació en Alemania y es otro rumano más.
Menos mal que cuando viajas, conoces otras nacionalidades, trabajas mano a mano con alguien diferente… esas ideas preconcebidas se rompen en pedazos.
Soy socióloga, feminista e inmigrante en Rumanía. Trabajo de SEO Copywriter y vivo de la escritura y lo que posiciono en Google. Nací en un pueblo de Pontevedra (Galicia, España) en 1994 y durante un tiempo fui Belén de ANHQV, una millennial con más empleos que la Barbie. Pero a mí lo que me gustaba era contar historias protagonizadas por mujeres.
Gracias a mi profesora de Historia de 2° ESO, Pilar, apareció esta pregunta en mi cabeza: ¿dónde estaban y qué hacían las mujeres de esa época? Además, por suerte, mi abuela y mi madre siempre me han contado anécdotas familiares. Entonces, ¿por qué no juntar todo en una web feminista?
Eso hice. Y aquí sigo, ahora en Bucarest, aporreando el teclado de Sen Enderezo que funciona desde 2014.
* Todos los artículos de Sen Enderezo pertenecen a alguien: Laura Oliveira Sánchez u otras colaboradoras. Copiar en un examen, está mal. Robar el contenido de otra persona haciendo copy-paste también, y es ILEGAL. Cita Sen Enderezo en la bibliografía y no parafrasees. Es más divertido escribir textos únicos, te lo aseguro.*
Contacta conmigo en sen.enderezo@gmail.com
Yo soy español, soy de esa rara avis de piel blanca y ojos azules, tranquilamente podría pasar por ciudadano del Este, y mas de una vez me han confundido hablándome en su idioma. Si, estoy orgulloso de haber trabajado en un parking y de haber aprendido más sobre las personas con compañeros rumanos, búlgaros, polacos, colombianos, peruanos, que sentado en el pupitre de una facultad, y lo simples que algunos españoles somos etiquetando al que no es igual por no conocer. No me extraña cuando mi compañero de trabajo tenia visita de algún paisano suyo que tuvieran cierto recelo hacia mi, les decía: tranquilos es buena gente, curioso eh? Los tópicos son cómodos para los ignorantes pero hacen daño si vamos a convivir, Quien dice convivir, dice mezclar sangres, hay cada bellezón de rumana que alucinas, a ser buenos.
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Hola,
Gracias por leer mi blog, Sen Enderezo, y dejarnos un comentario. En este artículo intenté desmontar todos los esteriotipos sobre las personas de Rumanía que tantas veces hemos visto en la televisión española.
Cuando camino por las calles de Bucarest, jamás se dan cuenta de que soy extranjera. Solo es evidente cuando hablo rumano, ya que mi acento es diferente. Pero ¿sabes qué pasa en ese momento? Pues que de forma automática creen que mis padres son rumanos emigrados a España. No les encaja que sea 100% gallega e inmigrante en Rumanía.
Por Europa del Este, y en especial Rumanía, han pasado centenares de civilizaciones. En la actualidad, vivo entre rumanos, lipovanos, arrumanos, minorías húngaras, descendientes de sajones, etnia gitana… con toda esa mezcla, resulta imposible quedarse con una fotografía fija de “cómo es físicamente un rumano”. Incluso en Bucarest hay una alcaldesa de sector de origen francés nacionalizada y el alcalde de Timişoara nació en Alemania y es otro rumano más.
Menos mal que cuando viajas, conoces otras nacionalidades, trabajas mano a mano con alguien diferente… esas ideas preconcebidas se rompen en pedazos.
Un saludo,
Laura, redactora de senenderezo.com
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