¿Existen las sirenas de verdad? Y otras historias de los mares

La mujer y el mar están unidos desde el inicio de la humanidad. Hasta hace poco se creía que la presencia femenina en los barcos traía mala suerte, pero siempre hubo quien se saltó la norma. Las mujeres pirata se vestían de hombre, por ejemplo. Pero no fueron las únicas que dominaron los mares, en Sen Enderezo vamos a hacer un repaso por todas las mujeres que vivieron de cara el océano.

La mujer y el mar: sirenas, exploradoras y otras labores

Los cantos de las sirenas y las ninfas

La mitología nos presenta el mar como un medio muy peligroso. Abundan mujeres capaces de manipular la voluntad de los hombres, criaturas marítimas que atacan barcos y misterios que continúan sin resolverse. Entonces, ¿qué pensaban los griegos del Mediterráneo y las mujeres que habitaban en él?

  • El agua es la fuente de la vida. Se realizaban toda clase de ritos de fertilidad y se adoraban divinidades con poderes sobre el océano y los mares. Ahí es cuando aparecen las ninfas, unos espíritus que cuidan las aguas.
  • Las ninfas eran mujeres bellas, jóvenes y dispuestas ayudar a los marineros en apuros. Unos seres que cuidaban a los hombres y los llevaban de vuelta a casa sanos y salvos.

Lo que temían los griegos era encontrarse con una sirena. Estas criaturas seductoras utilizaban sus bellos cánticos para atraer a los marineros. Tras haberlos encandilado, les arrastraban hasta el fondo del mar. El mito ha perdurado en el tiempo, civilizaciones del norte de Europa pensaban que las sirenas presagiaban la muerte.

La imagen real de una sirena es la mezcla entre una mujer y el cuerpo de un ave. Será en la Edad Media cuando se le dé forma de pez, además de otorgarle una nueva característica: el enorme pecado de la lujuria. La sirena buscaba tener un encuentro carnal primero y luego se libraba del amante.

La Odisea narra las aventuras de Ulises, que durante décadas estuvo embarcado mientras su esposa esperaba en casa. La figura de la eterna espera de la mujer la vemos en la literatura más reciente. La viúva dun vivo es una gallega que aguarda con paciencia que su marido regrese a casa. Un día, simplemente, deja de tener noticias suyas y jamás se confirma el fallecimiento. La historia que se repite en los pueblos costeros de toda Galicia y las zonas más afectadas por la emigración

Sangre Fucsia dedicó un podcast a las monstruas. Algunas eran de carne y hueso, como las sufragistas que salían en los periódicos con caras de malas bestias, y otras las hemos visto en el cine. Úrsula es la malvada e interesante líder de los mares en La Sirenita.


Las vírgenes en los barcos y la vida del mar

Los cristianos tomaron algunas divinidades de la Antigua Grecia y Roma. Cambiaron su apariencia y entendían que tenían otra personalidad. Fue lo que ocurrió con Venus Marina e Isis, que pasaron a ser Stella Maris (Estrella de Mar). Es decir, tras la cristianización, la Virgen María sería la encargada de velar por los marineros.

La Virgen María es protagonista de milagros en alta mar y su imagen preside la proa de embarcaciones de todo el mundo. 

Brujas que provocan naufragios en España 

La mayor enemiga de la Virgen María es la bruja. Seres malintencionados que disfrutan con el naufragio de los barcos que se interponen en su camino. Como podemos ver, la caza de brujas llegó a los mares y 13 mujeres fueron condenadas a la hoguera en la Dinamarca del siglo XVI. Según dice el acta, su fechoría fue intentar atentar contra la vida del rey de Escocia. Pero no tenemos que irnos tan lejos de España para conocer la brujería con sabor a sal.

María Zozaya era vecina de Renteria (Euskadi) y en 1607 fue acusada de brujería. Junto a otras compañeras, desataron un temporal que hundió la flora de Antonio de Oquendo y otros 800 hombres.

El auto de fe tardó tres años. María no llegó a ser acusada en el juicio porque murió en prisión.

Las brujas de España existieron y en Sen Enderezo te contamos por qué usaban escoba, los 5 pueblos en los que vivieron y las identidades de estas mujeres.


Mujeres exploradoras de los océanos

En las grandes batallas navales de los siglos XVI y XVII, las mujeres también tuvieron protagonismo aunque se haya hecho un minucioso borrado de la historia. Isabel Barreto fue la primera mujer almirante de la armada española. Mencía Calderón demostró su coraje dominando la navegación. Y, por último, la donostiarra Catalina de Erauso se hizo pasar por hombre para servir al ejército en América. 

Isabel Barreto: la primera almirante de la armada española

Esta pontevedresa de nacimiento dominó los mares del siglo XVI. Quizá lo llevase en la sangre porque algunos historiadores la vinculan con un navegante portugués, pero todavía no está claro el parentesco de abuelo y nieta. De todas formas, en este blog feminista hablamos de los méritos propios de nuestras protagonistas.

  • Dejó su Pontevedra natal cuando todavía era una niña. Acompañada por sus padres y hermanos, Isabel se trasladó al Virreinato del Perú.
  • Isabel Barreto se embarcó en una expedición por el Pacífico. En concreto, puso pie en tierra cuando llegó a Paita (Perú) en 1595 y de allí se fue a las Islas Salomón.
  • Contrajo matrimonio con un hombre casi gallego, Álvaro de Mendaña, natural de El Bierzo. Importante conquistador que tras su muerte a causa de la malaria, nombró a su esposa Isabel Barreto como sucesora universal y gobernadora de sus tierras.
  • La travesía marítima de la almirante de la armada española continuó hasta Filipinas y con boda incluida, esta vez también el cónyuge estaba emparentado con Galicia porque era un caballero de la Orden de Santiago. Lo de la morriña debe de ser muy antiguo.
  • Barreto surcó las aguas de Nueva España y lo que en la actualidad es Argentina, Chile y México.
  • Su cuerpo está enterrado en Perú, aunque se cree que quizá volvió a su tierra gallega. A mí, la verdad, es que me gusta más esta segunda versión *sarcasmo: que no se note mucho que nací en un pueblo de Pontevedra.

Mencía Calderón exploradora y artistócrata colonial

La extremeña Mencía Calderón salió de Badajoz para unirse a la travesía de las Américas junto a otras mujeres. No obstante, Calderón no iba a ser una noble al uso porque tenía previsto cumplir otro tipo de roles. 

Se unió a las expediciones por el Atlántico, llegando a los Estados brasileños de Paraná y Santa Catalina. Tampoco sintió miedo surcando el Río de la Plata y en tierra fue una autoridad importante en Asunción (Paraguay) y Bolivia. Desde luego, la colonizadora Mencía Calderón tuvo una vida interesante.

Catalina de Erauso, de monja a alférez en batallas navales

Erauso vino a este mundo en Guipúzcoa y tuvo varios oficios, entre ellos religiosa y alférez en la armada española. Para pasar del convento al barco de combate, no le quedó más remedio que vestirse de hombre y actuar como otro marinero. 

De joven demostró que nadie iba a poder con ella. Unos muchachos intentaron asaltarla y, lejos de asustarse, cogió una piedra para defenderse e hirió a uno de los atacantes. Las autoridades condenaron a Catalina, quien estuvo un tiempo encarcelada en Estella (Navarra)

Luego, se subió en un barco y navegó por lo que hoy conocemos como Panamá, Venezuela o Chile. En este último país, Catalina de Erauso consiguió varios méritos militares tras atacar a los pueblos originarios chilenos. Algunas ilustraciones recogen cómo esta mujer exterminó a los mapuches. Pero este artículo va de las mujeres en el mar, por lo tanto no vamos a juzgar sus actos.

Otras pioneras en el mundo de los barcos 

  • Victoria Drummord fue la primera mujer inglesa que pudo embarcarse bajo la categoría de ingeniera naval. Corría el año 1922.
  • La primera capitana mercante fue la soviética Anna Ivanova Schetinina (1935).
  • En 1883, Cesárea Garbuno fundó la compañía L. Mercader y Vda. de Londaiz de Pasaia dedicada al transporte del petróleo. En la época no era posible tener negocios propios, así que las mujeres viudas debían incluir este estado civil en el nombre de la empresa. Ocurría lo mismo con las primeras fotógrafas de Aragón.

¿Desde cuándo trabajan las mujeres en el mar?

Las mujeres siempre han trabajado en oficios relacionados con los barcos, el marisqueo y la navegación. A menudo invisibilizado, como las tejedoras de redes en las Rías Baixas (Galicia) que tardaron en regularizar su situación laboral, aunque sea imposible pescar sin red. 

  • Entre los marineros se extiende la idea de que los muertos y las mujeres traen mal fario en las embarcaciones. El famoso filósofo francés René Descartes tardó más de lo previsto en llegar a su país natal tras su fallecimiento en Suecia. Hubo que esperar ocho meses porque ningún barco quería transportar un cadáver.
  • Las mujeres pirata que conocemos llevaron a cabo sus aventuras vestidas como hombres. Ocultaban su verdadera identidad para no ser expulsadas de la tripulación.
  • Hasta hace poco, solo las esposas de los capitanes podían unirse a la travesía. En los naufragios de Costa da Morte, encontramos británicas entre las pérdidas humanas.
  • Ya en tiempos remotos, la mitología recoge episodios de peligrosas criaturas femeninas que creaban catástrofes: sirenas y brujas de las que nos gusta hablar.
  • Es falso pensar que las mujeres no realizaban tareas pesadas en la pesca o los puertos. Las mujeres del otelaje remolcaban veleros usando remos para que pudiesen entrar en los puertos. Otras movían las cargas de las naves grandes a sus pequeñas embarcaciones y las llevaban a tierra. Hay documentación del siglo XVI que cita a las cargueras, las bilbaínas que descargaban bacalao. Finalmente, quiero nombrar a las sirgas vascas, que remolcaban barcos desde la orilla usando cuerdas de cuero. Basta con revisar la historia para ver todos los trabajos físicos que realizan las mujeres ya desde la Antigüedad.

Sin embargo, esta mala fama no podía ser eterna y muchas mujeres se organizaron para ser aceptadas en el mar, un mundo que sigue siendo masculino. Para dejar constancia, paso a nombrar algunas victorias

Las mujeres de la Albufera de Valencia ya pueden pescar

Una ley de hace 750 años prohibía a las valencianas faenar en la Albufera. La institución encargada de salvaguardar dicha norma era una cofradía compuesta solo por hombres y, en muchas ocasiones, por derecho hereditario. Por supuesto, las mujeres se organizaron para romper con una tradición machista que les negaba el derecho a vivir de su propio entorno.

Ángeles Alvariño, la mejor oceanográfica de España

Nació en 1916 en Serantes (Ferrol) y desde pequeña mostró interés por el saber. Estudió varios idiomas, Biología y Ciencias Naturales entre Santiago de Compostela y Madrid. Después de la Guerra Civil, la dictadura impidió que las mujeres se embarcasen en expediciones marítimas, así que la oportunidad que estaba esperando Ángeles Alvariño llegó de la mano de los ingleses. Y por si fuera poco, se convirtió en la primera mujer en subir en una embarcación en calidad de científica.

Las primeras mujeres que viajaron a Nueva España

La llegada de Colón a América nos la han narrado en numerosas ocasiones, pero poco sabemos de las mujeres que se embarcaron en el siglo XVI. En efecto, entre los pasajeros que se dirigían al Nuevo Mundo, había nombres femeninos. Algunas estaban casadas e iban a encontrarse con el marido (el rey multaba a los maridos que abandonaban a la familia), pero otras eran solteras o religiosas que deseaban llevar la fe católica a lo que hoy es República Dominicana y Haití.

Las mujeres pirata existieron de verdad

Las mujeres en la piratería fueron de carne y hueso. No solo surcaron los mares para sabotear barcos enemigos, también dirigieron flotas como Grace O’Malley de Irlanda.

La leyenda hasta dice que hubo un romance a bordo, pero los protagonistas fueron dos mujeres que desconocían su identidad. Anne y Mary se travistieron para subir al marco, se hicieron amigas y parece que surgió el amor.

María Pita, la heroína gallega que se enfrentó a la flota británica

Hoy A Coruña es de Galicia porque María Pita defendió cada centímetro de la ciudad. Los británicos querían llegar a Santander, aprovechando un momento comprometido de la armada española, para hacerse con el poder de la península. Sin embargo, no contaron con el coraje de mujeres como María Pita. No dudó en empuñar un arma para librarse de los mercenarios piratas y capitanes al servicio de la Corona británica.


Las mujeres y el mar tienen mucho que ver. En este artículo solo hemos querido acercar algunas historias de exploradoras y mezclarlas con cantos de sirena. Si las mujeres traen mal fario en los barcos, ¿por qué algunas surcaron los mares con gran éxito?

Bibliografía y fuentes sobre la mujer y el mar

Silvia Agüero: feminista roma y antirracista

Silvia Agüero, una figura destacada en la lucha por los derechos del pueblo gitano, recibió al equipo de EFeminista para realizar una entrevista, con una calidez que contrasta con la intensidad de sus palabras. Sentada en su espacio de trabajo, rodeada de libros y recuerdos, Agüero comparte con franqueza y pasión su perspectiva única sobre…

El alto costo oculto del cáncer de útero: la lucha de Marysol

El cáncer de útero conlleva costosos tratamientos para mitigar los efectos secundarios de la radioterapia. Marysol, tras enfrentar dos cánceres previos, lucha contra esta enfermedad. Los altos costos, no cubiertos por la Seguridad Social, representan una barrera para acceder a tratamientos esenciales, exponiendo la necesidad de reformas y mayor accesibilidad.

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