Cristina de Suecia, una reina de película

Cristina de Suecia es una monarca de película. Estamos en la Suecia del siglo XVII, la Corona espera con impaciencia la llegada de un varón. Pero el matrimonio engendra una niña. Entonces, en medio de las revueltas entre protestantes y católicos, preparan a Cristina para ser la reina del país nórdico. Sin embargo, esta mujer tenía otros planes: romances poco convencionales, un cambio de religión y la apuesta por la cultura. Con este currículum, Cristina de Suecia se ha ganado un merecido puesto en Sen Enderezo.

Cristina de Suecia, una reina de película

¿Quién fue la reina Cristina de Suecia?

La reina Cristina de Suecia (1626-1689) fue muchas cosas, pero jamás conservadora. Icono LGTBI, amante de la música y la literatura, la primera mujer en aspirar al trono de su país… Para comprender por qué tuvo una vida tan interesante, acompáñanos al principio. 

  • Nació el 8 de diciembre de 1626 en Estocolmo. La noticia de que era una mujer, no sentó bien a la Corte. Todos esperaban un varón para ocupar el trono.
  • Pertenecía a la dinastía Vasa, que llevaba más de un siglo teniendo poder. Además, su madre venía de las altas cunas de Alemania. 
  • Al final, el matrimonio aceptó que la divina providencia les había enviado una niña. Así que, tomando las normas del Consejo del Reino de 1604, prepararon a la joven para ser una reina ejemplar.
Cristina de Suecia fue la imagen principal del Carnaval de Roma del 2015.

Gustavo II Adolfo, padre de Cristina, entregaría la corona a su hija. Por supuesto, quedó bien claro que si nacía algún niño, esta promesa se cancelaría. Sin embargo, Suecia tenía que afrontar otros problemas bastante importantes. Las disputas entre el catolicismo y el protestantismo acabaron provocando la Guerra de los Treinta Años.

  • Suecia iba con el bando protestante.
  • El rey Gustavo II Adolfo se fue al campo de batalla, dejando los poderes a su hija. Como todavía era muy pequeña, el canciller Oxenstierna se encargó de todo.
  • Como ya te esperabas, el monarca perdió la vida en la batalla de Lutzen (1932).
  • Con solo 6 años, Cristina se convirtió en la reina de Suecia.

Siguiendo la tradición, Cristina fue apartada de su madre y recibió la educación propia de los líderes. Convivió con varios familiares cercanos y pronto entendió las cuestiones de Estado a las que debía hacer frente. Pocas mujeres de la época tenían acceso a los libros de filosofía, historia, teología y el dominio de diferentes lenguas. Según los informes que se conservan, los maestros destacan el interés de la joven por los idiomas y su capacidad para aprender rápido.

Tal era su amor por el saber, que invitó a Descartes a Suecia. El filósofo francés hizo las maletas y puso rumbo al norte. Y ahora que sabemos el final de esta historia, podemos decir que nunca terminó de adaptarse al clima. Al poco tiempo, enfermó y falleció. Nadie mejor para contar este episodio que Nieves Conconstrina en Acontece que no es poco – Muere Descartes.

Las mujeres en los procesos de paz, ya desde tiempos inmemoriales, es un tema que me fascina. Cristina de Suecia firmó en 1648 la Paz de Westfalia. Sé que vi este acontecimiento histórico en el libro de la ESO, pero a la monarca sueca la tuve que conocer años después.

Urraca de León fue la primera mujer en reinar en España por derecho propio. En Sen Enderezo, te contamos su historia.


¿Qué pasó tras la coronación de Cristina de Suecia?

Alcanza la mayoría de edad y el 17 de octubre de 1650, Cristina de Suecia es la reina oficial. La ceremonia se celebró en Estocolmo y el jolgorio llegó a los oídos de todas las casas reales de Europa.  

Su primera tarea fue devolverle la cultura al país. El lema que repetía era: “La sabiduría es el pilar del reino”. Los costes de la guerra, tanto humanos como materiales, habían dinamitado las instituciones y la monarca quería ponerle remedio. 

  • Cristina de Suecia era una auténtica relaciones públicas. Hizo campañas para atraer a los intelectuales europeos. A cambio, en Suecia serían queridos y patrocinados.
  • Ya hemos nombrado a Descartes, pero hubo otros artistas como Bourdon que pintó para los aristócratas. Y también había sitio para Hugo Grocius y Samuel Bochart.
  • Entre las aficiones de la monarca estaban el ballet y la ópera. No paró hasta que se estrenaron grandes piezas en el país.
  • Gracias a su trabajo a favor del saber, se ganó el apodo de Minerva del Norte.

En muestra de respeto por el arte, regaló el díptico Adán y Eva de Durero al rey Felipe IV de España. En la actualidad se puede visitar en el Museo del Prado.


¿Por qué abdicó Cristina de Suecia?

Cristina de Suecia nunca se casó. Un hecho que le costó la corona, al menos en parte. En 1647, el Consejo del Reino le aconseja organizar un matrimonio de conveniencia. Parecía la única manera de salvar la dinastía. Ella dijo que reflexionaría sobre eso.

No sabemos qué pensamientos pasaron por su cabeza, pero su respuesta fue contundente. No, no iba a ser la esposa de nadie. 

  • La nobleza y el pueblo llano tenían profundas discrepancias. Se exigía la reducción de impuestos. Como era de esperar, los aristócratas no querían perder sus privilegios.
  • La reina interfirió a favor de los nobles, a cambio de asegurar el trono para su primo Carlos Gustavo
  • Y con todo bien planificado por la monarca, Cristina de Suecia abdicó en 1653.

Le insistieron para que no se fuera. Pocos entendían por qué quería dejar la realeza. Pero la monarca, siendo fiel a su estilo, no dio explicaciones. Se limitó a decir: “Si el Consejo supiera las razones, no le parecerían tan extrañas”.

Así empezaron los viajes Cristina. Sube a un barco en el puerto de Halmstad que se dirige a Hamburgo, luego sigue hasta Amberes y Bruselas (en Flandes). En la navidad de 1654, entre las discusiones de los españoles y los franceses en Flandes, la aristócrata sueca cambió de religión. Renunció a la fe protestante para ser católica.

Se trataba de una cuestión privada, pero levantó malestar e incertidumbre. La citaron en Roma, invitaron a las casas reales, e hicieron oficial su cambio de credo. No obstante, solo un poco antes de morir, la Iglesia Católica la reconoció como fiel.

Aprovechó para visitar Italia, llegó al Santuario de Santa Casa de Ancona y siguió con su vida alejada del trono. Para confirmarse, eligió el nombre de María Cristina Alexandra.

  • Cuando regresa a Francia, se siente intimidada porque tiene espías. Hay un marqués que no le quita los ojos de encima. La exreina propone una fácil solución, ordena su ejecución.
  • Esta decisión fue criticada, ganándose la desaprobación de Roma. 
  • A este conflicto se suman los problemas económicos. La guerra con Polonia y Dinamarca reduce la asignación mensual de Cristina. No tiene dinero para seguir con su nivel de vida e invertir en arte.
  • Muere el rey Carlos X Gustavo (1660) y su primogénito todavía es un niño. La antigua monarca vuelve a Suecia por un tiempo, pero ya no puede nombrar a sus hombres de confianza.
  • De nuevo en Hamburgo, Cristina de Suecia se interesó por un tema del que no se dejaba de hablar. La piedra filosofal, un pedrusco rojizo que convertía todo en oro e impedía tu muerte. ¿Conseguiría la fórmula secreta de Nicolas Flamel.
  • Y para terminar con las polémicas alrededor de su persona, tal era el descontrol del trono de Polonia-Lituania que propusieron a Cristina como candidata. La cosa no cuajó y la sueca se instaló en Roma.

Juana la Loca no estaba loca. Pasó más de media vida encerrada por orden de su familia. En este blog feminista también hemos dejado hueco para esta parte de la historia de España.


¿Por qué Cristina de Suecia es un icono LGTBI?

La reina sueca está considerada un icono LGTBI. Las identidades de género y la orientación sexual no son un invento del último siglo. Desde siempre ha habido diversidad de cuerpos y maneras de entender la vida, aunque quizá no sabían cómo definirlo. Cristina de Suecia no fue una mujer heterosexual como deseaba la corte tradicional.

En su Autobiografía (1681) habla de sus continuas disputas internas. Debate sobre la sexualidad y las dudas que alberga. Los estudios que se han hecho, sugieren que la aristócrata era lesbiana. Ya en vida, se rumoreaba que Cristina había tenido varios romances con mujeres cercanas a su entorno. En concreto, Ebba Sparre y Angela.

Sin embargo, dependiendo del autor, se afirma que en realidad era asexual. Más tarde llegaron a la conclusión de que pudo haber sido bisexual. Era un secreto a voces que tuvo una relación sentimental con su primo Karl, Magnus De la Gardie y hasta el Cardenal Azzolino. 

Incluso después de muerta, la orientación sexual y la identidad de género de Cristina fueron un debate. En la década de 1960, se levantaron los restos de Cristina para examinar si fue un intersexo. Los resultados no fueron determinantes (desconozco la metodología usada). Y los más estrafalarios afirmaron que fue prostituta y hermafrodita.

Por ir concluyendo, los académicos también vieron síntomas de un desajuste hormonal. Uno de los principales argumentos a favor de esta hipótesis fue el armario de la monarca. Cristina vestía ropa ligera alejada de la convencional crinolina y prendas masculinas. 

Estas son las razones por las que se afirma que Cristina de Suecia es un icono LGTBI. Es cierto que esta reina vivió en una lejana época, nada menos que el siglo XVII, pero las elecciones de las mujeres en cuanto a su sexualidad continúan siendo cuestionadas. Lo que ocurre en el dormitorio, debería ser algo personal. En una cama, ahora y siempre, puede haber múltiples combinaciones. Y a los únicos que les incumbe es a los protagonistas de esa historia. Que Cristina de Suecia se autodefina como quiera (y en caso de que le apetezca).

Si alguna vez vas a la Basílica de San Pedro, en El Vaticano, no dejes de visitar a Cristina de Suecia. Ella es una de las cuatro mujeres que recibieron sepultura en este lugar. La aristócrata quería un acto sencillo, pero la ceremonia fue tan sonada como su coronación.

Póster de Queen Christina (1933).

Con Cristina de Suecia, cerramos el marzo de las grandes reinas de Sen Enderezo. Contar la herstory de esta sueca implica poner sobre la mesa la diversidad sexual, el liderazgo y el amor por la cultura. Ya en el siglo XVII hubo mujeres que rompieron los moldes, algunas pagando hasta con la corona. 


Bibliografía y fuentes sobre Cristina de Suecia

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