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Historia política del pantalón y la bicicleta. La revolución feminista
Esta es la historia política del pantalón, sobre todo el que llevan ellas. Las mujeres empezaron a andar en bicicleta a mediados del siglo XIX. Subirse a este medio de transporte suponía un cambio de vestimenta. Atrás quedarían las crinolinas, los abultados vestidos y aquellos peinados que llegaban hasta el cuello. La llegada de la bici fue una revolución teñida de violenta, así que en este artículo de Sen Enderezo, te contamos cuándo empezó la mujer a andar en bicicleta y por qué es tan importante saberlo.
¿Cuándo empezó la mujer a llevar pantalones y andar en bicicleta?
¿Por qué las mujeres empezaron a vestir pantalones?
Nuevos tiempos, nuevos estilos de vida. Para subirse sobre las dos ruedas de la bicicleta, las mujeres tuvieron que hacer limpieza en el armario. Las faldas de grandes vuelos y las blusas de cuello subido no eran prácticas si querías cruzar la ciudad y realizar modernos trabajos.
A mediados del siglo XIX, los países se estaban industrializando y las mujeres necesitaban agilidad para realizar todas sus tareas. ¿Cómo iban a lograr los objetivos del día si no se podían mover? En Estados Unidos,Amelia Bloomer (1818-1894) tomó la iniciativa y diseñó los primeros pantalones aptos para cuerpos femeninos.
Propaganda que se burlaba de las mujeres que llevaban bombachos. Amelia se inspiró en la ropa turca e incomodó a hombres de todas las nacionalidades.
El bloomer o bombacho era un pantalón ancho de tiro bajo que iba acompañado de una túnica y el cinturón a juego. La propia Amelia fue su mejor promotora comercial y los vistió soportando burlas y amenazas. Hasta que al final, esta incansable feminista, volvió a usar el constreñido miriñaque. Pero ¿de dónde sacó esta idea Amelia Bloomer?
El primer pantalón feminino no nació de forma inocente. Su creadora asistió a la famosa Convención de Seneca Falls en Nueva York, la primera gran conferencia a favor de los derechos de las mujeres. Allí se contagió, todavía más, de las ganas de lograr las mismas libertades que los varones.
Aprovechando sus dotes con la aguja, hizo el patrón del bombacho y revolucionó el mundo de la moda. Dominaba la técnica, ya que con solo 17 años ya era una fabulosa maestra de costura.
Además de su activismo feminista, escribió muchos artículos en el periódico The Lily. En principio, la línea editorial debía seguir los intereses de las mujeres de la época. Según su jefe, aquello se refería a cuestiones del hogar y belleza. Amelia discrepaba con aquella suposición, por lo que cogió la máquina de escribir y tecleó qué estaba pasando con las sufragistas, entre las que estaba la insumergible Molly Brown, ¡un verdadero interés para ella y todas las americanas!
Y todavía daría un paso más. Entre 1871 y 1873, esta neoyorquina lideró la Asociación por el Sufragio Femenino de Iowa y también apoyó a las feministas de Nebraska.
Hoy, la bombacha es sinónimo de braga. Es el nombre que recibe esta prenda en Argentina y otros países latinoamericanos. En mi querido Chile se dice calzón. Sin embargo, en España se utiliza la palabra, los pantalones bombachos tienen tiro bajo y son muy flojos.
¿Bombachas significa Bragas?
Ahora seguro que te preguntas qué pasaba en otras partes del planeta. Si bien es cierto que la moda femenina se venía transformando ya desde la Revolución Francesa (1789), ¿significa que antes de Amelia Bloomer ya había mujeres vistiendo pantalones?
Las piratas que llevaban pantalón
Da igual hacia dónde mires, a lo largo de la historia centenares de mujeres han usado pantalón. Entonces, ¿para qué hablar del bombacho? Porque antes de la creación de esta prenda, la mujer que no llevaba falda, estaba disfrazada de hombre. Las piratas existieron, sin embargo a la hora de subir al barco lo hacían con nombres masculinos.
La famosa Anne Bonny tuvo que comportarse como un varón. Nunca dijo que había nacido bajo la identidad de una niña. Deseaba surcar los mares y no iba a perder la oportunidad por un pequeño dato en el pasaporte. Si quieres conocer más detalles sobre la vida en ultramar, puedes leer el artículo de senenderezo.com en el que hablamos de mujeres pirata.
Anne Bonny es la pirata más conocida. Se hizo pasar por un hombre para embarcarse y asaltar puertos de todo el mundo. Hasta tuvo tiempo de tener una curiosa relación con Mary Read, otra pirata a bordo.
Por lo tanto, las mujeres no empezaron a llevar pantalón hasta el descubrimiento de Amelia Bloomer. Usarlo camuflada en una barba falsa, no cuenta. Eso sí, las vidas de Bonny y Read fueron de todo excepto aburridas.
Luisa Capetillo, la primera mujer que usó pantalones en Puerto Rico
La anarcofeministaLuisa Capetillo (1879-1922) no se cansó de echar pulsos. Reivindicaba el amor libre, una jornada laboral justa y el derecho a llevar pantalones. A las autoridades de Puerto Rico, su país de origen, no le gustó esta iniciativa. Tampoco agradó a los hombres de Cuba, que terminaron dununcuándola por escándalo público.
Luisa Capetillo fue la primera mujer de Puerto Rico que salió a la calle en pantalones.
Corría el año 1915 y Capetillo paseaba por la isla de Cuba. Mientras lucía sus bombachos bajo el sol del Caribe, la policía la agarró y la llevó ante el juez García Sola. Mostrar que las chicas tenían dos piernas, parecía demasiado atrevimiento.
Luisa Capetillo era inteligente a la vez que rebelde. Esto fue lo que dijo ante el tribunal:
Luisa Capetillo ante el juez.
– ¿Usted qué tiene que alegar a lo dicho por el señor vigilante?
– Pues, sencillamente, que iba por la calle de Neptuno vestida con saco y pantalón, y sin dar lugar a escándalo de ninguna clase, cuando me sorprendió el requerimiento de este pudoroso vigilante. Yo siempre uso pantalones, señor juez [y alzándose un poco el vestido mostró unos pantalones abombachados, de color blanco, que le llegaban casi hasta el tobillo], y en la noche de autos, en vez de llevarlos por dentro, los llevaba a semejanza de los hombres —y en uso de un perfecto y libérrimo derecho—, por fuera.
– ¿Conque usted siempre usa pantalones? —prosiguió el juez.
– Sí, señor; siempre ya en una forma o en otra. Con la misma indumentaria con que iba vestida en la noche del sábado me he paseado en Puerto Rico, México y los Estados Unidos y nunca fui molestada. El pantalón es el traje más higiénico y más cómodo…
– Más cómodo sería ir sin ropa.
– Pero no más higiénico.
– Bueno, está usted absuelta.
Esta anarquista no solo dejó este fantástico diálogo para la historia, sino que fue escritora y sincicalista. Nació en Puerto Rico, todavía colonia de España, pero muy joven se trasladó a Cuba. Aprendió a leer gracias a la afición por los libros de su madre y el empeño de su padre, un obrero de la construcción.
Pronto comenzó a bucear por las lecturas socialistas y se enamoró del anarcofeminismo. Trabajó en varias fábricas textiles y terminó siendo la lectora de una tabacalera. Su misión era poner voz a las historias de los libros, mientras las mujeres liaban los mejores puros cubanos.
Cuba es el único país del mundo que sigue teniendo lectoras. De hecho, la UNESCO reconoce que es un oficio de interés cultural. En una época en la que muchas mujeres no sabían leer, Capetillo permitió que las operarias disfrutaran de la magia de la narrativa.
Las lectoras solo existen en Cuba.
Para finalizar con la breve introducción de la primera mujer que usó pantalones y fue detenida, rescato sus palabras. Aviso, ¡no están nada mal para 1911!
“El amor libre no puede ser fuente de inmoralidad puesto que es una ley natural; el deseo sexual tampoco puede ser inmoral toda vez que es un deseo natural de nuestra vida física. Si la necesidad sexual fuera inmoral, en este caso no hay más que anatemizar de inmoral el hambre, el sueño y todos los fenómenos fisiológicos que rigen el cuerpo humano».
(Mi opinión sobre los derechos, responsabilidades y deberes de la mujer, 1911)
La bicicleta y la revolución feminista
La bicicleta entregó independencia a las mujeres. Un vehículo con un precio reducido en comparación con los caballos o los carruajes. Dos ruedas y un sillín que podían llevarte a kilómetros de distancia. El movimiento sufragista de Estados Unidos hizo campaña desde este artefacto. Y al otro lado del charco, en Reino Unido, las británicas también se apuntaban a la fiebre del ciclismo.
El Tour de Francia, solo apto para varones en un principio, se inauguró en 1890. Por ese mismo año, se calculó que en Estados Unidos había 27 empresas dedicadas a la fabricación de bicicletas y lanzaron al mercado 40.000 ejemplares.
Un poco más tarde, en 1896, se estima que ya había 500 compañías en el sector del ciclismo y que fabricaban cerca de un millón y medio de bicicletas al año.
Las primeras bicicletas eran muy inestables. Hubo que esperar a ver varios modelos hasta que llegó la versión definitiva. Al principio, se inventó un monociclo con transportín en el que se llevaba a la mujer. No obstante, la idea no triunfó y pronto fueron ellas las que quisieron llevar el manillar.
Campaña publicitaria de finales del siglo XIX. Al año se producían miles de bicicletas, el mercado quería que las mujeres fueran también clientas.
4 Pioneras de la bicicleta
1. Elizabeth Cady Stanton es recordada por su papel protagonista en Seneca Falls y los primeros pasos del movimiento feminista de Estados Unidos.
No a la esclavitud, sí al voto para las mujeres y sí a la bicicleta. Ella misma dijo eso de que «la bicicleta incentivará en las mujeres valentía, respeto por sí mismas e independencia».
2. Susan B. Anthony es otra cabeza visible de Seneca Falls y las sifragistas americanas. En 1896 afirmó que la bicicleta revolucionó la vida de las mujeres, ¡era un instrumento emancipador!
La mejor manera de cerrar la presentación es recoger sus palabras: «Me levanto y me regocijo cada vez que veo a una mujer paseando sobre ruedas.»
3. Frances Willard, líder del Movimiento de Mujeres Cristianas por la Templanza, dejó por escrito su opinión sobre la bicicleta.
Las páginas que dejó para la posteridad han animado a muchas mujeres. No satisfecha con hablar del poder liberador de este medio de transporte, mencionó que era necesario abandonar las prendas incómodas que limitaban el movimiento.
4. Annie «Londonderry» Cohen Kopchsvky hizo una tentadora apuesta: dar la vuelta al mundo en bicicleta en un plazo de 15 meses. La recompensa era de 5.000 USD y cerrar las bocas de todos los que creían que una mujer no se las podía arreglar sola.
En casa quedaron los tres hijos y el marido. En 1894, la joven de 25 años ganó la apuesta y marcó un hito. Empezó con ropa de mujer y terminó en pantalones.
La rumana Mița Biciclista y su bicicleta
Mița Biciclista (1885-1968) ya es un símbolo de Bucarest. Cuando viajas a Rumanía, sueles escuchar historias de Drácula y pocas veces mencionan a las mujeres de mi país de adopción.
Mița Biciclista, la rumana que atravesaba Bucarest con su bicicleta.
El el Bucarest de entreguerras, esta rumana pedaleaba la ciudad sin ningún reparo. Ante los piropos y los comentarios desagradables, ella lanzaba una sonrrisa y seguía su camino.
De ella se decía que era una cortesana con contactos en las altas esferas. Una especie de dama de compañía que llegó, dicen las malas lenguas, a ser la amante de Leopoldo I de Bélgica. Sin embargo, en este blog feminista sabemos que esta chica de Prahova escandalizó a los rumanos. Una mujer subida a una bicicleta, ¡vaya peligro!
No satisfecha con sus polémicas en la capital, se dejó ver a orillas del Mar Negro vistiendo uno de los primeros bikinis del país.
Ganó su apodo de biciclista cuando algunos periodistas vieron que cruzaba Calea Victorie (la arteria principal de Bucarest) a dos ruedas.
En la época comunista le quitaron su magnífica casa. Hasta hace poco, unos okupas vivían en la vivienda de esta interesante rumana.
Cerca de la estación de metro de Mihai Bravu hay unos murales muy interesantes. Entre las bromas rumanas y los personajes más conocidos, podemos ver una caricatura de Mița Biciclista. Así fue como llegué a la historia de esta rumana que no sale en las guías turísticas.
Mural de Mița Biciclista en Bucarest.
Cuando andar en bici y moto era pecado…
Las niñas de la posguerra española crecieron sin lujos. De hecho, se perdieron lo más importante, la posibilidad de elegir. Todo era pecado, incluso andar en bicicleta.
Si andas en bicicleta, puedes perder la virginidad.
Si andas en bicicleta o a caballo, nunca puedes abrir las piernas.
Si andas en bicicleta, te arriesgas a quedar estéril.
Mi abuela Alicia a principios de 1960, cuando andas en moto era pecado. ¿El escenario? Alguna aldea del interior de Pontevedra (Galicia).
No conoces a la mujer de la fotografía, pero te la presento. Se llama Alicia y nació en 1941 en una aldea de la provincia de Pontevedra, Galicia. Cuando su hermano compró una Vespa, allá por 1959, ella sintió mucha curiosidad. Después de insistir, consiguió las llaves y tuvo su oportunidad: podía ir al pueblo vecino y volver manejando sola.
Ella, siempre presumida, cubrió los rizos dorados con un pañuelo. Colocó bien las medias antes de subir a la moto y comprobó que no perdería un zapato de tacón por el camino. Luis, su hermano, intentó explicarle cómo girar y tomar las curvas, pero Alicia ignoró todas sus indicaciones. Como ya lo había visto muchas veces, nada podía salir mal.
Llegó al pueblo sin problemas. Hasta hubo tiempo para encontrarse con el fotógrafo de la comarca y sacarse una fotografía. Parece que el postureo no es nuevo. El incidente vino cuando tuvo que cambiar de dirección para volver a casa. No apoyó el pie en el suelo, así que cayeron ella y la moto. Lejos de llamar a alguien, se levantó y puso la Vespa en movimiento. Solo fue un rasguño en la rodilla, que tapó rápidamente con el vestido.
– ¿Cómo te ha ido? – preguntó Luis.
– Todo bien, es muy fácil – respondió ella.
Y así finalizó el diálogo, en gallego por supuesto. Creo que mi abuela no anduvo en moto muchas más veces, pero para mí esta foto es inmortal. Demuestra, una vez más, que sabe sacarse las castañas del fuego bastante bien. Cuando le pregunto por esta imagen y ese día, no le parece una gran hazaña y suelta una carcajada al recordar que el cinturón no combinaba con el vestido, aunque en la foto todo encaja.
Lo único que faltaban eran los vaqueros de los que ahora no se separa.Cada vez que cumple años, repite que los pantalones son lo más práctico y cómodo, aunque tampoco se olvida de la historia política del pantalón. Por supuesto.
La primera vez que se los puso fue en la década de 1970, siendo una treintañera. Sigue pintándose las uñas, poniéndose rulos en el pelo canoso y lavándose la cara con jabón todas las noches. Eso sí, cada vez los pantalones están más a la vista y las faldas en su infinito fondo de armario.
Pantalones y bicicletas, un cóctel estupendo para la nueva mujer. Libertad de movimiento. Otra línea de diseño y patronaje. Las revoluciones feministas empiezan con pequeños pasos que cambian las vidas de las mujeres, disponer de un medio de transporte y sentirse cómoda en el sillín, merecían un espacio privilegiado en Sen Enderezo.
Moda Historias
Aquí hablamos de la historia de la modo desde la perspectiva de género. Visibilizando cómo influyen las prendas de vestir, nuestra piel social, en el día a día. La industria textil está escrita con nombre de mujer y aquí queremos dejar constancia de su huella.
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Lee esta completa guía en la que explicamos qué ver en Ciudad Real, en la capital y las provincias. Hacemos un repaso por la historia de España, incluidos los molinos de Don Quijote.
Descubre las diferencias entre los desayunos alrededor del mundo. ¿Qué comen por la mañana en Latinoamérica, Asia o África? ¿En todos los países europeos se toman tostadas con café?
2 Comments on “Historia política del pantalón y la bicicleta. La revolución feminista”
El rumbo de la moda en estos años irá bajo el concepto de la andróginia , curiosamente tal cual como lo fue con las mujeres en esta misma década pero del siglo pasado, en los años 20 la moda femenina se caracterizaba por el uso de prendas voluminosas que tenían una cobertura casi total ocultando su figura femenina , en esta decada entrante aparece algo similar solo que en vez de invisibilizar las características de ambos géneros , se está tratando de llegar a un balance binario .
Un gran impacto cultural en la moda masculina solo que más revolucionario, con el uso de faldas y blusas , sin embargo al ser una tendencia muy reciente , solo se ve ese choque social pero aún no lo estético , la industria irá acoplando estos elementos poco a poco .
Sin duda, que las mujeres empezaran a vestir pantalones fue toda una revolución. Gracias a esta prenda se podían mover y realizar tareas para las que antes estaban muy limitadas. Imposible tener libertad de movimiento, en todos sus sentidos, llevando una crinolina (un tema del que también hablamos en Sen Enderezo).
Detrás de cada pieza de ropa, hay una maravillosa herstory que merece la pena ser contada.
Un cordial saludo,
Laura O. Sánchez
Soy socióloga, feminista e inmigrante en Rumanía. Trabajo de SEO Copywriter y vivo de la escritura y lo que posiciono en Google. Nací en un pueblo de Pontevedra (Galicia, España) en 1994 y durante un tiempo fui Belén de ANHQV, una millennial con más empleos que la Barbie. Pero a mí lo que me gustaba era contar historias protagonizadas por mujeres.
Gracias a mi profesora de Historia de 2° ESO, Pilar, apareció esta pregunta en mi cabeza: ¿dónde estaban y qué hacían las mujeres de esa época? Además, por suerte, mi abuela y mi madre siempre me han contado anécdotas familiares. Entonces, ¿por qué no juntar todo en una web feminista?
Eso hice. Y aquí sigo, ahora en Bucarest, aporreando el teclado de Sen Enderezo que funciona desde 2014.
* Todos los artículos de Sen Enderezo pertenecen a alguien: Laura Oliveira Sánchez u otras colaboradoras. Copiar en un examen, está mal. Robar el contenido de otra persona haciendo copy-paste también, y es ILEGAL. Cita Sen Enderezo en la bibliografía y no parafrasees. Es más divertido escribir textos únicos, te lo aseguro.*
Contacta conmigo en sen.enderezo@gmail.com
El rumbo de la moda en estos años irá bajo el concepto de la andróginia , curiosamente tal cual como lo fue con las mujeres en esta misma década pero del siglo pasado, en los años 20 la moda femenina se caracterizaba por el uso de prendas voluminosas que tenían una cobertura casi total ocultando su figura femenina , en esta decada entrante aparece algo similar solo que en vez de invisibilizar las características de ambos géneros , se está tratando de llegar a un balance binario .
Un gran impacto cultural en la moda masculina solo que más revolucionario, con el uso de faldas y blusas , sin embargo al ser una tendencia muy reciente , solo se ve ese choque social pero aún no lo estético , la industria irá acoplando estos elementos poco a poco .
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Hola,
Sin duda, que las mujeres empezaran a vestir pantalones fue toda una revolución. Gracias a esta prenda se podían mover y realizar tareas para las que antes estaban muy limitadas. Imposible tener libertad de movimiento, en todos sus sentidos, llevando una crinolina (un tema del que también hablamos en Sen Enderezo).
Detrás de cada pieza de ropa, hay una maravillosa herstory que merece la pena ser contada.
Un cordial saludo,
Laura O. Sánchez
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