Caritas en Rumanía (sin tilde) es la mayor estafa piramidal de la historia del país. Entre 1992 y 1994, esta compañía recaudó un tercio del dinero de Rumanía. Familias de todas las regiones, especialmente de Cluj-Napoca y Oltenia, invirtieron sus ahorros en esta «cadena solidaria» que prometía multiplicar por ocho el importe. Sin embargo, todo fue una estafa. Te contamos los detalles en Sen Enderezo para que entiendas las diferencias entre Cáritas en España y Caritas en la Rumanía de la década de los 90.
¿Qué es Caritas en Rumanía? La mayor estafa del país
Caritas es la estafa piramidal más grande de la historia moderna de Rumanía. La organización recaudaba dinero de cientos de personas prometiendo enormes beneficios en poco tiempo siguiendo un esquema ponzi (la cadena de autoayuda), pero al final solo se trató de un fraude.
Hasta hace poco, para mí Cáritas era una ONG católica que ayuda a muchas personas en España. Sin embargo, en Rumanía recuerda a un gran fraude.
Las diferencias de Cáritas en España y Caritas en Rumanía.
Ioan Stoica comenzó a trabajar en su idea de «Caritas» a principios de la década de 1990. Un método para ganar grandes cantidades de dinero en un tiempo récord, suena bien ¿verdad? Tras la revolución rumana en 1989, reinaba el caos y nadie sabía cuál iba a ser el destino del pais.
El líder era un contable de Brasov, que consiguió llenas de ilusiones a miles de familias rumanas.
Prometía hacerse rico gracias a una fórmula matemática que multiplicaba las inversiones.
Quizá te parezca ingenuo dejarse engañar de esta manera, aunque deberías tener en cuenta cómo se vivía en Rumanía hace treinta o cuarenta años. En la época comunista, el gobierno decidía los precios y controlaba los salarios y la creación de empleo. Nadie negociaba el valor de un producto y poco se sabía sobre créditos, acciones y cualquier tema relacionado con un banco al uso.
La falta de conocimientos se unió a la fuerte crisis económica y política de la década de 1990. El nacimiento del país que hoy conocemos no fue fácil: emigración a España y otros Estados, salarios muy bajos, éxodo rural… La población de Bucarest creció en muy poco tiempo y no había viviendas para todos, así como los servicios públicos para atender a cinco veces los residentes habituales.
El director del Banco Nacional de Rumanía afirmó en el otoño de 1993, que el 30% de la riqueza de la nación estaba en las participaciones de Caritas. De enero a septiembre de ese mismo año, había acumulados 1.000 billones RON. Una auténtica fortuna.
Con el éxito de Caritas y la larga lista de aficionados, la prensa occidental miró hacia Europa del Este. Los medios de comunicación del extranjero no entendían por qué el negocio de Stoica estaba facturando un tercio de la riqueza del país.
«Si el ‘mecanismo Stoica’ no se detiene, la ‘facturación de Caritas’ superará el producto interno bruto de Rumania», escribió The Economist en 1993.
También mencionaban su asombro ante la pasividad de las autoridades y el control fiscal.
Ioan Stoica tenía 52 años en 1992, cuando abrió las puertas de la primera administración de Caritas en Brasov. Definió su recién estrenada empresa como una institución que buscaba organizar un circuito financiero de autoayuda. Quería utilizar sus conocimientos en finanzas, recuerda que trabajó durante décadas como contable, para que otros rumanos multiplicasen sus ahorros.
Se muda a Cluj-Napoca y consigue el apoyo del periódico Mesagerul Transilvan, en el que publicará con frecuencias anuncios promocionando la organización.
«Caritas SRL te ofrece seguras y altas ganancias invirtiendo pequeñas cantidades». Según el CEO de la empresa: “Caritas es una LLC establecida bajo la Ley 31, solo que, Caritas ayuda a los pobres. A través de los juegos lanzados al mercado, juegos con salida especial que ofrecen a los participantes ganancias hermosas y seguras”.
Los primeros anuncios de Caritas en la prensa local.
Tuvo la idea después de trabajar en un banco de Italia. Estuvo meses perfeccionando su método, hasta que dio con la solución ante un posible colapso del sistema. Bajo una fórmula que solo conocía él, los participantes podían recuperar las cantidades depositadas menos una comisión del 10%.
Esta especie de cadena solidaria no era una novedad en Rumanía. Hubo más oportunistas como Stoico que lanzaron al mercado métodos mágicos para hacerse rico. Tal y como estás imaginando, muchos recogieron el dinero de los clientes y desaparecieron del mapa. No obstante, Caritas fue un fenómeno diferente porque no estuvo afectada por estos casos de estafa. La gente confiaba en la empresa del contable de Brasov.
Cubiertos estos tres puntos, Stoica tenía el éxito asegurado. Los vecinos de Cluj-Napoca fueron los primeros en depositar sus ahorros en el fondo común de Caritas. A las pocas semanas, el periódico de tirada local anunció que Caritas iba a repartir las ganancias con los próximos participantes del juego. Treinta personas más fueron corriendo a inscribirse y retiraron un cheque con ocho veces la cantidad entregada.
Abrieron administraciones en otras ciudades como Turda y en Gherla se vendían participaciones en el propio ayuntamiento.
En un artículo de adevarul.ro, recogieron las palabras de un aficionado: “Estoy feliz. Caritas cumplió su palabra. Ahora me inscribí de nuevo, con 60.000 ROL por tres recibos». Él ganó la máxima cantidad posible, 160.000 ROL.
En prensa publicaban los testimonios de los Beneficiarios de Caritas.
Caritas estaba en la boca de todo el mundo. Corrían rumores sobre las misteriosas reglas del juego, a lo que la empresa organizó una campaña mediática muy potente en la que afirmaban que ayudaban a los más necesitados. En especial, pensionistas y discapacitados. Los periódicos aseguraban que Stoica era un hombre temeroso de Dios y que su objetivo estaba claro: quería ayudar a los rumanos más pobres.
Reglas del juego de Caritas
Y como decía el inventor del milagro rumano, Caritas implica riesgos igual que la vida misma.
El mejor año para Caritas fue 1993. La prensa local dedicaba entre 4 y 16 hojas a la promoción del negocio. Cluj-Napoca les quedó pequeño y empezaron a llegar rumanos de otras partes del país.
Gracias al dinero ganado en el juego, Cluj se convirtió en la ciudad con más coches (y no solo Dacias 1300). Subieron los precios en alimentación y otros productos básicos. El verano de 1993, abrieron una puerta de Panasonic y en unas horas terminaron con la mercancía. El precio de los apartamentos se disparó por culpa de la demanda. La televisión emitía programas del «milagro de Cluj».
No obstante, pasaron cosas negativas. La productividad de otros negocios bajó, los empleados preferían dejar de trabajar y usar su dinero para comprar participaciones de Caritas. Algunas personas creían que con el método Stoica no necesitaban vivir de su pequeña paga.
No obstante, pasaron cosas negativas. La productividad de otros negocios bajó, los empleados preferían dejar de trabajar y emplear su dinero para comprar participaciones de Caritas. Algunas personas pensaban que con el método Stoica no necesitaban vivir de su pequeña paga.
Los «sin techo» ganaban 300.000 ROL al día, cinco veces más que un trabajador medio al mes. La policía investigó el fenómeno y descubrió que el 90% de los mendigos de Cluj venían de otros condados.
¿Por qué los mendigos se instalaban en Cluj-nAPOCA?
No solo los medios de comunicación hacían publicidad de Caritas, hubo profesionales que recomendaban este juego. Escritores, sacerdotes, actores… se convirtieron en auténticos patrocinadores.
– El fenómeno Caritas vino como un fenómeno divino, no solamente para que la gente tenga dinero para disfrutar, sino que es la salvación del pueblo rumano. Ahora los verdaderos rumanos tendrán millones, tal vez miles de millones, para comprar esta economía y no estar en manos de extranjeros. –
Aurel Radulescu, sacerdote.
Incluso se escribió una canción. La traducción al español sería algo parecido a lo siguiente:
El tren que llevas contigo
Tan malo y tan bueno
Te paras y tomas de estación en estación
Dolor por todo el país
En Caritas, en Caritas
Nos quedamos con nuestra esperanza
Nuestro dolor y esperanza
Lo que nos puede cambiar la vida.
Viorel Măruncelu (1993), de Sighişoara
Mayo de 1994 es recordado en Rumanía porque fue cuando se destapó el escándalo de Caritas. Hubo personas que pusieron la casa como aval y, al no recibir el dinero prometido, comenzaron las protestas. El Servicio de Inteligencia Rumano se puso a investigar y afirmaron que los montos pasaron de multiplicarse por ocho, a cinco y después tres.
«Exigimos el juicio de Ioan Stoica y los gobernadores y parlamentarios que robaron a los pobres«.
Los gritos de los estafados en Craiova delante de la prefectura.
CARITAS NO GENERABA DINERO GRACIAS A LAS INVERSIONES EN OTRO SECTOR, TAL Y COMO PUEDE HACER UN BANCO AL DARTE LOS INTERESES DE UNA CUENTA DE AHORRO, EL NEGOCIO DE STOICA SOLO MOVÍA LAS APORTACIONES DE LOS SOCIOS DE UNAS MANOS A OTRAS. DE ESTA MANERA, ALGUNOS RUMANOS RECIBIERON ALGO DE DINERO Y OTROS NADA.
¿Te parece demasiado esta estafa? Pues esto no es todo. En Botoșani, Gheorghe Alexa organizó una asociación de víctimas para reclamar el dinero de las aportaciones que hicieron durante años. El líder, que además era el director de la Revista Teatro de la ciudad, afirmó que necesitaban 3 RON millones para afrontar los gastos del juicio. Una vez recolectada esta cantidad, ¡hizo oídos sordos a las peticiones de los socios!
«¡No les importa en qué gasté el dinero!«, fue lo que dijo Alexa.
Y desde la década de 1990, en Rumanía siguen lanzando fórmulas mágicas para hacerse millonario en poco tiempo. La que me parece más lamentable era un método que aseguraba un coche BMW, previo pago de 250 USD en una sospechosa cuenta.
Vivo en Rumanía desde abril del 2019 y escribo sobre este país de Europa del Este. En Sen Enderezo hay más de 50 artículos en los que explico la cultura rumana, la historia y por qué merece la pena Bucarest.
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