La insumergible Molly Brown del Titanic y su pasado más feminista

Molly Brown tuvo una vida de cine. Le tocó nacer en una familia humilde de origen irlandés que, tras un matrimonio de segundas nupcias, emigró a Estados Unidos. Estudia hasta los 13 años, cuando se pone a trabajar en una fábrica. Tras soportar largas jornadas laborales, un salario miserable y los abusos de la patronal, entra en contacto con la lucha de clases. Sin embargo, en los libros de Historia (y en Sen Enderezo) es recordada como la insumergible Molly Brown, superviviente del hundimiento del Titanic (1912).

Molly Brown: de pobre a millonaria y luego superviviente del Titanic. El pasado más reivindicativo de la norteamericana

¿Por qué se hizo rica la gran Molly Brown?

Margaret Tobin Brown (1867-1932), más conocida como Molly Brown, se convirtió en millonaria después del matrimonio. No pienses mal, no dio un braguetazo.

Su marido Jim era tan pobre como ella, tal para cual, hasta el punto que él también provenía de una familia católica irlandesa. La buena fortuna llamó a la puerta gracias a una mina.

Retrato de la insumergible Molly Brown.

Voy a resumirlo en pocas líneas:

  • Molly y J.J. se casaron estando muy enamorados. La relación comenzó después de un encuentro casual en el colmado donde la muchacha trabajaba. 
  • La que llegaría a ser la superviviente del Titanic, declaró que su plan consistía en conseguir un matrimonio de lujo. El futuro cónyuge debía tener suficiente dinero como para sacar de las estrecheces a toda la familia.
  • No obstante, la misión se fue al traste al darse de bruces con James. Luchó contra sus sentimientos, pero la chispa que había entre ellos los llevó al altar.

Dan el “sí quiero” en la Iglesia de la Anunciación de Leadville en 1866, y el cabeza de familia se pone a trabajar en el sector minero. Stumptown es un pueblo que surge en esa época, con el auge de las explotaciones mineras, trabajadores de todo el país se desplazan hasta los yacimientos. Hay trabajo para millones de personas, aunque mal pagado y con un fuerte desgaste físico y psicológico. 

En Colorado son frecuentes las nieves en el invierno y el calor en verano, pero la extracción de minerales no para. En 1891, el marido de Molly Brown firmó un contrato con Ibex Company para un puesto de superintendente de los pozos. Hasta bautizan una mina en su honor, “Little Johnny”, de la que salen toneladas de plata.

Te recomiendo ver la serie ‘The Gilded Age’. El Downton Abbey de Estados Unidos muestra los últimos años del siglo XIX. Los nuevos ricos vs las antiguas familias acomodadas. A veces olvidamos que la historia norteamericana va más allá de la conquista del Oeste. Y en este nuevo mundo, las minas van a importar mucho.

¿Qué serie debes ver este fin de semana?
Trailer oficial de The Gilded Age

Entonces, ¿el sueldo minero de James da para comprar una mansión? No, por supuesto que no. Después de instalar un sistema más eficiente para extraer el mineral, que consistió básicamente en construir galerías resistentes, pudieron llegar a mayor profundidad. Cavaron sin descanso hasta llegar a un importante yacimiento de oro. ¿Es más valiosa la plata o el oro?

  • La empresa Ibex Company aumentó un 12% el capital social.
  • J.J. disfrutó de un ascenso y se sentó en un sillón de administración.
  • Y todo fueron ganancias hasta el pánico de 1893, el antecesor al Crack del 29 que dejó por los suelos el precio de la plata.
  • Cerraron minas, Colorado se llenó de pueblos fantasmas y muchos trabajadores se mudaron a otros Estados.
  • La familia Brown tenía 5 millones de dólares en el banco, así que se dedicaron a viajar.

Resuelto el misterio del origen de la fortuna de los Brown, me gustaría volver al lado reivindicativo de la Molly de carne y hueso, interpretada por Kathy Bates en Titanic (1997).


¿Cuándo empezó Molly Brown a ser una mujer independiente y reivindicativa?

Antes de casarse con 18 años, Molly trabajaba en una fábrica de la empresa Tabacco Company Garth. Sufrió en carne propia las duras jornadas que se alargaban más de 8 horas. El sueldo no era suficiente para ayudar a su familia, por lo que decide trasladarse a la ciudad minera de Leadville (Colorado) acompañada por dos hermanos.

  • El hermano varón consigue trabajo en la mina.
  • La hermana se compromete con un herrero.
  • Ella se ocupa de las cortinas y las alfombras de una tienda.

En su lugar de trabajo, tiene un flechazo con su futuro marido, J.J. Años después, cuando consiguen entrar en la alta sociedad americana, gracias a una millonaria fortuna, Molly continúa recordando su pasado. No resulta extraño si tenemos en cuenta que fue criada en una familia cristiana, irlandesa y progresista.

El millonario matrimonio quiere disfrutar de la vida. Emprenden un viaje alrededor del mundo. Él quiere jubilarse en Irlanda, pero ella quiere marcha.

  • Visitan Francia, Rusia, Japón…
  • En la India, Margaret quiere saber más sobre el sistema de castas.

¿Has oído alguna vez que las vacaciones son el momento del año en el que más parejas rompen? Pues todo apunta a que esto ya ocurría en la época de los Brown. Molly descubre que su cónyuge le es infiel y se separan en 1909. Sin embargo, se llevó todo de una forma muy civilizada.

Ella recibió un cheque por daños y perjuicios así como la mansión de Denver. Además, tenía asignada una paga mensual de 700 USD. No hubo papeles del divorcio, oficialmente seguían casados, pero cada uno a lo suyo. Eso sí, seguían manteniendo el contacto. Sin rencores.

El matrimonio Brown posando ante las cámaras.

A partir de ese momento llegaron las grandes travesías, el activismo y una vida llena de extravagancias

La insumergible Molly Brown del Titanic

Lejos de quedarse encerrada en casa por ser una cornuda, Molly Brown paga con su fortuna viajes trasatlánticos.

  • El 24 de enero de 1912 zarpa hacia Europa subida al RMS Olympic, el primo del Titanic.
  • La hija estaba estudiando en La Sorbona de París. El plan era llegar a la capital francesa, recoger a la muchacha e irse a Egipto durante el mes de febrero.
  • A su paso por El Cairo, charlan sobre el Titanic con John Jacob Astor IV y Madeleine (miembros de la socialité norteamericana). La pareja estaba de luna de miel y comentó que iban a regresar a EE. UU. en este lujoso buque.

Hay una leyenda que dice que después de esa conversación informal, a Molly no se le olvidó el Titanic. Acudió a un vidente para saber si era seguro embarcarse en el trasatlántico, a lo que el futurólogo contestó que se pondría en peligro. Esta respuesta le pareció graciosa y descabellada, para volver a su país tenía que subirse a un barco obligatoriamente. Compró un pequeño talismán de jade y, de regreso en Francia, reservó el billete para el Titanic.

Está claro que las comunicaciones de 1912 no son las mismas que las actuales. Primero cogió un tren desde París para llegar a la estación de Cherburgo, donde le estaba esperando un transformador de primera y segunda clase que la dejaría en Southampton (el punto de partida del Titanic).

Entre el equipaje de Molly, destacamos tres cajas de antigüedades que quería donar a un museo de Denver. Pero como ya sabes, un iceberg impidió que llegaran a su destino.

La travesía del Titanic

La señora Brown se instaló en el camarote E-23, en la cubierta E sobre estribor, aunque algunos historiadores hablan de la zona B. En palabras de la propia protagonista, en ese lugar cabían unas tres personas. Antes del final fatal de la embarcación, Molly disfrutó de los lujos de primera clase: clases de gimnasia, bailes, baños con masajes… Y tomaba cafés parisinos con las personas más ricas de América y Europa.

Entre las pasajeras del Titanic encontramos a la aristócrata Lucile – famosa diseñadora de moda que abrió boutiques en las capitales europeas- o la camarera Violet Jessop.

Molly Brown se sube al Titanic

¿Qué estaba haciendo Molly Brown cuando chocó el Titanic?

A las 23:40 del 14 de abril, la insumergible Molly Brown estaba leyendo en su cama. Escuchó un fuerte ruido, pero no le dio mayor importancia y siguió con su libro. Cada vez se escuchaban más voces, por lo que decidió salir del camarote y preguntar qué estaba pasando.

Por los pasillos solo se encontró con hombres en pijama discutiendo. Volvió a acostarse y seguir con la rutina, pero alguien llamó a la puerta. El vecino de habitación le avisó de que debían subir para saber lo que pasaba. Molly se vistió y acompañó al hombre que fue a llamarla, aunque el paseo de poco sirvió porque solo oían que algo crujía. No le parecía raro, era tarde y quería dormir.

Molly Brown en la película de Titanic.

De camino al camarote, vio a varios camareros y un oficial sobre una placa de latón que, más tarde, supo que se trataba de un sistema para cerrar manualmente las puertas de la cubierta F. En su biografía afirma que en esos primeros minutos nadie estaba nervioso. Recibieron la orden de encontrar un chaleco salvavidas, aunque pocos se lo tomaron en serio.

Brown llegó a la cubierta de botes junto a otras mujeres y ayudó a la evacuación. Robert Hichens estaba al cargo de esta pequeña embarcación, un hombre que se quitó el chaleco salvavidas porque prefería morir más rápido en vez de esperar horas en las frías aguas del Atlántico Norte. El mismo que se negó a regresar para ayudar a otros pasajeros, aunque tenían espacio de sobra. 

La mayoría de las personas que viajaban con Molly eran mujeres, alrededor de veinte, y solo seis hombres. Brown y Helen Churchill Candee, periodista y feminista, exigieron volver a la zona del hundimiento del Titanic para asistir a más personas. Hichens no las escuchaba. Otros testigos dijeron que se adueñó de mantas, repetía constantemente “estamos condenados” y que confiscó una botella de alcohol. Tal era la arrogancia de este señor que amenazó con tirar al agua a quien no obedeciera

El intercambio verbal entre Hichens y Brown fue de tal magnitud que el senador William Alden Smith pidió explicaciones durante la Comisión de investigación por el naufragio del Titanic. Texto de Testimony of Robert Hichens.

Molly Brown se sube al Titanic

A las 4:30 del 15 de abril de 1912, el bote 6 vio las luces del RMS Carpathia. El oleaje y la dispersión de los botes del Titanic hizo que Brown no abandonase la embarcación hasta las 6:00. Ya en el Carpathia, intentó ser útil.

  • Escribió listas con los nombres de los supervivientes.
  • Hizo de intérprete, ya que hablaba alemán y francés con soltura.
  • Organizó una recogida de dinero para entregarlo a las personas que emigraban a Estados Unidos. Juntó 10.000 USD.

En Nueva York fue recibida como una heroína. Un periodista le preguntó cómo consiguió sobrevivir, a lo que ella respondió con la frase perfecta: “Es la suerte de los Brown, somos insumergibles.

Después del hundimiento del Titanic

  • Molly Brown pasó varias semanas en Nueva York colaborando con los supervivientes del Titanic.
  • Se quejó públicamente de que por el mero hecho de ser mujer, no pudo testificar en la Comisión de investigación del Titanic.
  • Terminó siendo la presidenta del Comité de supervivientes del Titanic.
  • También asistió a homenajes a las víctimas del Titanic, como el Women’s Titanic Memorial.

“Si las mujeres piden igualdad de derechos en la tierra, ¿por qué no en el mar?” 

Cita de Molly Brown: unraveling the myth

El activismo de la insumergible Molly Brown

Como superviviente del Titanic, la millonaria Brown se convirtió en una celebridad. Todos la reconocían y ella quiso dedicarse a los demás. Atendió las peticiones de las mujeres en huelga que exigían tener los mismos derechos que los varones, al conocerlas, se involucró en el movimiento sufragista de Estados Unidos

Antes del estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), apoyó a los mineros de Ludlow que estaban en huelga. Su trabajo consistió en participar en cenas populares que recaudaban dinero para las familias de la ciudad. Denver se vio afectada por la crisis de la minería y el paisaje se inundó de chabolas, los antiguos trabajadores de la mina vivían en la extrema pobreza. 

Escena eliminada de la película Titanic, Brown y las mujeres tuvieron que remar durante horas.
La verdadera Molly Brown siempre ayudó a los demás.

¿Por qué Brown se unió a la lucha minera? Las esposas de los mineros le escribieron cartas pidiendo su colaboración. Sabían que Molly conocía bien el sector, ya que su familia vivía de ello antes de convertirse en millonaria. El escrito terminó publicándose en el periódico The Times de Denver.

  • La huelga del carbón fue organizada por un sindicato que se mostraba en contra de las sociedades mineras que solo buscaban enriquecerse a costa del esfuerzo de los trabajadores.
  • Seguro que te suena el apellido de los propietarios, la familia Rockefeller. Ellos dirigían la mayoría de las empresas mineras afincadas en el Estado de Colorado.
  • La tensión aumentó cuando falleció el delegado sindical. Pedían salarios justos, más medidas de seguridad y compensaciones económicas para la familia en caso de accidente.

Sus peticiones fueron rechazadas y vino la violencia. Muchos huelguistas fueron asesinados. La masacre de Ludlow también afectó a las mujeres y niños. Finalmente, hubo un acuerdo entre las sociedades mineras y los trabajadores.

El apoyo de Molly Brown al sufragismo

Antes de sobrevivir al hundimiento del Titanic, Molly Brown fue miembro del National American Woman Suffrage Association y ayudó a establecer centros en Colorado. Simultáneamente, asistía a las reuniones del Denver Woman´s Club en las que se hablaba de educación igualitaria

  •  Marcó un hito en Nueva York. En 1901, fue de las primeras estudiantes del Instituto Carnegie donde estudió arte, literatura y varias lenguas: francés, alemán y ruso.
  • Quería que su ciudad mejorase, por lo que junto a las progresistas, pidió la inauguración de baños públicos en Denver (entre otros espacios).
  • Era consciente del abandono de cientos de niños. Participó en la creación del orfanato de la localidad y organizó eventos con fines benéficos.
  • Pasó una temporada en Francia, país en el que se contagió – todavía más – de las luchas feministas de las europeas. De vuelta en Estados Unidos, tuvo trato con Alva Belmont (presidenta de la Asociación sufragista de mujeres estadounidenses).

La insumergible del Titanic nunca utilizó el diminutivo Molly. El compositor Meredith Willson creó un musical en torno a su persona y pensó que Molly era más sencillo que Maggie. 


La mujer que protagoniza el artículo de esta semana necesita una saga. Resulta muy complicado resumir sus vivencias en una sola película: una millonaria hecha a sí misma, separada, superviviente del Titanic y sufragista. No nos cabe ninguna duda de que Molly Brown hizo de todo, hasta poner nombre a una atracción de Disneyland París.


Bibliografía y fuentes


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