7 frases célebres del feminismo y quién las dijo
Estas 7 frases célebres fueron pronunciadas por grandes mujeres y hoy vamos a darles el reconocimiento que merecen. Toma nota de sus palabras, te serán muy útiles.
La gran lucha del siglo XX fue la reivindicación del voto femenino. Nueva Zelanda, a finales del XIX, dio el paso y se convirtió en el primer país en reconocer este derecho. En este artículo de la colección feminismos de Latinoamérica vas a encontrar un repaso por el movimiento sufragista latino. He recogido datos y 15 nombres de algunas sufragistas de Argentina.
Índice de las 15 sufragistas argentinas por nombres:
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La Dolors Aleu de Argentina es (1) Cecilia Grierson (1859-1934), la primera mujer del país licenciada en Medicina. La mayor de seis hermanos de origen irlandés que emigraron a América en busca de oportunidades. Primero se establecieron en Entre Ríos (Argentina) y la República Oriental del Uruguay, sintiendo a temprana edad siente vocación pedagógica porque ya de adolescente colaboraba con una escuela primaria, aunque finalmente mostró más interés por el cuerpo humano.
Cursa sus estudios de Medicina, especializándose en obstetricia, pero jamás ejerce como cirujana. Sin embargo, en este blog de herstory, queremos destacar su papel en la lucha por los derechos de las argentinas de los siglos XIX y XX.
Los últimos años los pasa en la provincia de Córdoba, pero con solo 6 años, sus padres ven que tiene interés por los estudios y la envían a Buenos Aires. Tal y como mencioné antes, se matricula en la Escuela Normal de Señoritas de Buenos Aires – fundada por (2) Emma de Caprile, de origen polaco – para convertirse en profesora en 1878. El primer destino que le adjudican es la Escuela Mixta de San Cristóbal.
¿Cuándo llega a los libros de Medicina? Por casualidades de la vida, Cecilia se mete en la Facultad de Ciencias Médicas después de la muerte repentina de una muy buena amiga, Amelia Kenig. Soportó el desprecio de algunos profesores y la sorpresa de compañeros varones, pero al final se licenció en 1889 y Grierson pasó a ser la primera médica de la nación argentina.
No conforme con su logro, fundó la primera Escuela de Enfermeras de Latinoamérica con un plan de estudios orientado a la práctica (una iniciativa similar al Círculo Médico, un grupo fundado por hombres). Cecilia ejerció el cargo de directora de esta escuela hasta 1913.
En los hospitales podía trabajar como ginecóloga y obstetra. Sin embargo, se le negó la posibilidad de ser cirujana por el mero hecho de tratarse de una mujer. Llevar el título bajo el brazo no fue suficiente. Entre otros méritos durante su carrera, destaco su papel en el equipo que realizó la primera cesárea del país en 1892.
Otras inauguraciones:
Aquí la médica argentina gana el argumentario necesario para apoyar la fundación del Consejo Nacional de Mujeres de 1900. Más tarde, acompañada de otras feministas como Petrona Eyle, inauguró la sede de la Asociación Universitarias Argentinas de Buenos Aires (1910). Esta organización se encargó de convocar el Primer Congreso Feminista Internacional de la República Argentina, en donde se habló de: educación universal, legislaciones justas, leyes contra el abandono de los niños y el sufragio femenino.
Siguiendo la filosofía de otras Constituciones del momento, la mujer casada contaba con el mismo tratamiento legal que un menor. Esto era intolerable, por eso protestaron hasta que en 1926 las argentinas del “sí quiero” pudieron empezar a gestionar sus sueldos, montar empresas (te recomiendo leer el artículo de las Mujeres fotógrafas de Aragón) y otros derechos básicos.
El feminismo de Italia ha hecho tanto por su país natal, que incluso en ciertas ocasiones han exportado sus ideas. Giulia Maddalena Angela Lanteri, o simplemente (3) Julieta Lanteri (1873-1932) fue médica, activista y otra de las muchas italianas que emigraron a Argentina. Se le concede el permiso de acceso a la universidad en La Planta, en el año 1886, y un tiempo después se matricula en Medicina.
Las buenas calificaciones no bastaban para meterse en la consulta, así que solicitó un permiso especial al Dr. Leopoldo Montes de Oca.
Tras todas las trabas burocráticas, el rechazo de la mayoría de sus compañeros y la ridiculización en el aula, Julieta se graduó y fue la quinta médica argentina de la historia.
Postulaba por el voto femenino, la igualdad de derechos y la protección de los hijos nacidos fuera del matrimonio ante la ley. Se centró en las luchas de las madres de clase trabajadora, la abolición de la pena de muerte y el acceso real a la educación.
Representando los valores de este partido, Lanteri fue la primera mujer candidata en las elecciones. Ya en 1911, ante la negativa de la mesa electoral que repetía que no podía votar, Julieta revisó la ley y comprobó que no había la prohibición de que las mujeres se presentaran candidatas a las elecciones. Un caso similar a la portuguesa Carolina Angelo o la salvadoreña Prudencia Ayala.
El slogan de la campaña era: “En el Parlamento una banca me espera, llévenme a ella”. ¿Cuántos votos consiguieron? 1363 de un total de 150000, parecen pocos, pero piensa que ninguna mujer pudo votar. Sinceramente, le doy las gracias a los 1363 argentinos progresistas que veían a las mujeres como sus iguales.
Abre los ojos, probablemente, tras asistir al Congreso Internacional de Libre Pensamiento (1906) en Buenos Aires (recuerda este evento, porque de aquí salió el germen del Movimiento feminista liderado por Alicia Moreau). Allí coincide con otras activistas como la pedagoga (4) Raquel Camaña, Elvira Rawson de Dellepiane (te la presento luego) y otros dos nombres importantes:
Después vino el Congreso Femenino Internacional que volvió a reunir a las mujeres en la capital. En esta ocasión, las ponentes vienen cargadas de estudios de género y borradores con los derechos civiles, políticos y económicos que quieren conquistar. En 1911, con un permiso judicial, Lanteri ejerce el voto en un colegio electoral de Buenos Aires.
Las autoridades porteñas pensaron que cambiando las normas del empadronamiento, vinculando el censo electoral a la cartilla militar, las mujeres pararían de dar la vara con el voto. No conocían a Julieta. Ella se reunió con los jefes de los registros militares de la Capital Federal y el Ministro de Guerra y Marina. Mantienen el no, pero de poco sirve porque Julieta termina presentándose a las elecciones, tal y como te adelanté antes.
En el aspecto más íntimo, mencionar que fue amiga de la escritora Alfonsina Storni o el abogado Alfonso Palacios. Nos dejó con solo 58 años, por culpa de un conductor que se dio a la fuga. Todo apunta a que el fallecimiento fue a causa de un accidente, pero la escritora Adelia Di Carlo mostró sus dudas ante la prensa.
La historia vital de (7) Alicia Moreau (1885-1986), nada menos que 100 años, nos lleva de Europa a Latinoamérica. Nació en Londres y se graduó en Medicina, al igual que otras compañeras sufragistas y defendió las ideas del socialismo.
Al repasar sus antecedentes familiares, podemos entender mejor lo que le ocurrió. Llegó a este mundo en Reino Unido, después de que su padre, Armand Moreau, participase en la Comuna de París en 1871. Este hecho significó tener que irse a Bélgica y luego Londres.
Madre e hija emigran a Argentina en 1890, al igual que millones de gallegos. La familia vivía de la librería del padre, donde se llegaron a reunir anarquistas y socialistas que querían cambiar el destino de Argentina. De este modo, Alicia se acercó al Movimiento Obrero y la cultura, ya que incluso visitaba a los enfermos en los hospitales para leerle libros. Ya instaladas sus gafas moradas, desarrolló una iniciativa muy interesante: bibliotecas populares y guarderías para madres trabajadoras.
Las ideas de izquierdas de Alicia Moreau están relacionadas con el feminismo en la Rusia de principios del siglo XX. La fundadora del Centro Socialista Femenino fue una iniciativa de (8) Fenia Chertkoff (1869-1927). Activista y feminista de origen ucraniano – natural de Odesa, que en aquel momento pertenecía al Imperio Ruso- que terminó exiliándose en Argentina.
El Centro Socialista Femenino y la Unión Gremial Femenina fueron fundados en 1920. La iniciativa sale de las cabezas de las hermanas Chertkoff, la franco-argentina (9) Gabriela Laperriere y (10) Raquel Mesina.
¿Por qué Buenos Aires necesitaba un Ateneo Popular? Para difundir la enseñanza secundaria y universitaria entre los sectores más humildes. El padre de Moreau y (11) Berta W. de Gerchunoff se encargaron de la inauguración y las publicaciones de la Revista Humanidad Nueva, de corte socialista.
En estas hojas se plasman los pensamientos de muchas mujeres. Ahí van algunos títulos para que te imagines el contenido:
En esas líneas se mostraban las ideas de Rosa Luxemburgo, por supuesto, pero también voces latinoamericanas. (12) Carolina Muzzilli (1889-1917) vivió muy pocos años por culpa de la tuberculosis, aunque hizo mucho por las obreras argentinas.
Alicia Moreau tenía tiempo para escribir y estudiar. En 1914, consigue graduarse en Medicina presentando una tesis sobre La función endocrina del ovario. La primera mujer en convertirse en médica presentado el ensayo clínico de una “enfermedad de mujeres”. Si todavía no te has enterado de la herstory de la catalana Aleu, echa un vistazo a su tesis sobre el nefasto efecto del corsé en los cuerpos femeninos.
En un momento dado, se acaban las publicaciones de la Humanidad Nueva, pero nacen otros periódicos feministas. Y, por supuesto, las argentinas se involucran en el movimiento a favor de los derechos de las mujeres en otros países. Por ejemplo, en el Congreso Internacional de Obreras de Estados Unidos. En sus viajes al extranjero, Alicia Moreau destacó por su crítica a la prostitución.
En 1951, gracias a la Ley 13.010 sancionada por el Congreso de la Nación Argentina (1947). A partir de ese momento, las mujeres pueden votar y salir elegidas en las elecciones. Por lo tanto, dejó de tener validez el marco legal de 1912, que afirmaba que el voto era individual y masculino (habiendo excepciones, por ejemplo las personas sin techo). Nadie duda de la relevancia de Moreau, pero hubo otras muchas sufragistas, como es el caso de la escritora (13) Victoria Ocampo.
En las primeras elecciones democráticas argentinas, Alicia Moreau sale elegida diputada nacional por la bancada socialista. No obstante, su oposición al peronismo se tradujo en la prohibición de ejercer el cargo y una detención. Tiempo después las mujeres seguirían picando el techo de cristal para alcanzar los puestos de poder.
Creo que nadie esperaba que Alicia fuese una señora de 90 años haciendo ganchillo en su casa. Casi en el siglo de vida, esta mujer fue cofundadora de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH) en 1975. En la asociación había obispos, rabinos y multitud de personalidades con un objetivo común: hacer justicia.
También en Chile, otro país latinoamericano que sufrió una cruel dictadura, destacó un sector de la Iglesia católica a favor de la memoria histórica y la reparación de las víctimas.
En el último apartado de este artículo sobre el Movimiento sufragista de Argentina, tenemos a (14) Elvira Rawson (1867-1954). También fue médica y destacó en la lucha por los derechos de las mujeres. Consiguió graduarse en Medicina tres años después que Cecilia Grierson, en 1892.
Antes de su etapa universitaria, residió en Mendoza y la provincia de Buenos Aires.
El movimiento sufragista de Argentina fue la gran lucha de las feministas del siglo XX. Educadoras, obreras, anarquistas… todas, aunque a su manera, querían participar en política y ser consideradas ciudadanas de primera clase. Toma nota de sus nombres, ¿conocías a estas 15 sufragistas argentinas? Yo, no.
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