Mi nombre Laura O. Sánchez y vivo en Rumanía desde hace más de dos años. En este artículo quiero recomendarte los 26 mejores restaurantes de la capital para disfrutar de la comida rumana, italiana, hindú, árabe, mexicana, húngara etc. ¡Busca papel y boli!
Top 26 mejores restaurantes y bares de Bucarest
#borderíadeldía ¿Se deja propina en Rumanía? Sí. En cualquier restaurante hay que dejar propina. Lo normal es dar al menos el 10% del valor de la consumición. No hacerlo es una falta de respeto y una faena para el camarero que te sirve.
Tarab es un pequeño Líbano-Siria en Bucarest. Aquí puedes probar sabores de Oriente Medio, fumar una de las mejores shishas de la ciudad y disfrutar de una entretenida charla con el propietario.
Abrieron hace tres años y pronto ganaron una clientela fiel. El secreto de su éxito de Tarab, para que le guste a los rumanos y los extranjeros, es su cocina. Solo contratan profesionales que dominan la gastronomía de Oriente Medio, de modo que los platos respetan la receta original. Si no te convence la opinión de una española, puedo decir que he ido con amigos de Siria y otros países vecinos, y nadie discrepa.
Mazzaj, un restaurante libanés en medio de la capital rumana. Los fogones son cosa de cocineros de Líbano capaces de hacerme olvidar que estoy en Bucarest.
Fíjate en los clientes de Mazzaj, hay muchos rumanos pero la mayoría proceden de otros países arabes. Reconocen los sabones y repiten siempre que pueden.
Caru cu Bere, una visita obligatoria en Bucarest. Nadie entendería viajar a Rumanía y no hacer un tour por el Parlamento, al igual que resulta imperdonable dejar escapar la oportunidad de comer en Caru cu Bere.
Con toda probabilidad, Caru cu Bere es el restautante más antiguo de Bucarest. La idea partió de un señor de Transilvania, que aquel momento pertenecía al Imperio Austrohúngaro, y fusionó la cocina tradicional rumana con la alemana y húngara.
Cuando mires la carta, puedes hacer un recorrido por la historia de este país de Europa del Este. Por estas tierras han pasado diferentes pueblos y todos ellos han dejado huella, en especial en la cocina.
Pide una ciorba (sopa) de entrante, una cerveza artesanal y un plato principal. Y reserva un hueco para el papanași.
¿Qué pedir en Caru cu bere?
En la cocina del restaurante Pajo nos encontramos con Mihai Munteanu, el ganador del programa de televisión «Chefi la cuțite» (2020), una especie de Master Chef versión rumana. El menú incluye pescado, carne, parrilla y platos rumanos a la vez que europeos.
El restaurante ha ganado fama después de la victoria de Munteanu, sin embargo los precios siguen siendo adecuados.
Todos, en algún momento, queremos pasar un domingo en el sofá con nuestra serie favorita. Para esas situaciones, sé el número de teléfono al que deberías llamar. Las shaormerías de Distror y Titán son populares en toda la ciudad. Son rápidos, la carne está rica y utilizan las plataformas de servicio a domicilio.
Tal es la comodidad que no necesitas hablar rumano, solo tienes que descargar una app en tu movil y elegir el menú. Lo que más pido es el shaorma de pollo, pero el hummus no está nada mal.
Lejos del casco histórico de Bucarest, puedes encontrar un verdadero restaurante italiano. Pisano abrió sus puertas en plena pandemia, pero yo ya soy una clienta habitual. El trato es excelente y hablan inglés, aunque me gusta comunicarme en rumano.
¿Qué es lo mejor que puedes pedir en la carta? Las pizzas. Usan masa fina y no escatiman a la hora de poner los ingredientes. Nada de tomate artifical. Las últimas veces que fui, me animé a pedir la ensalada Pisano y quiero repetir.
Un menú urbano en una terraza de Bucarest. ¿Qué significa deschis en rumano? Abierto. Y esa es la mejor definición del Deschis Gastrobar, un restaurante para tomar unas hamburguesas viendo el atarceder.
Música de fondo, camareros bastante rápidos y mesas grandes en las que se aceptan los amigos perrunos. El perfecto plan para una tarde de verano con los colegas y nuestras mascotas.
Hop Garden es el restaurante ideal para ir con amigos o tu pareja. En comparación con otros locales de la zona, los precios son un poco más altos. No obstante, el paseo desde Piata Unirii siguiendo el río hasta llegar a Hop Garden, merece la pena. Sobre todo si es una cena de verano. Con frecuencia organizan monólogos o actuaciones en directo. La cuenta incluye el espectáculo y el cuidado de los jardines.
Pasajul Macca-Vilacrosse es un icono del casco histórico de Bucarest. Se construyó en el siglo XIX y aquí puedes encontrar la mejor cachimba del Old Town. Quizá Velea Rigilor pase desapercibido por los turistas y los residentes extranjeros, pero cualquier rumano que haya estudiado en la ciudad, conoce este local.
Lleva abierto más de doce años y el propietario nació en Pakistán. Cuando conoció a la que hoy es su esposa, no solo se enamoró de ella, sino de su país. Así fue como este pakistaní terminó siendo un hijo adoptivo de Rumanía, al igual que otros extranjeros entre los que me incluyo.
Muy cerca del centro de la ciudad, se pueden tomar unas cervezas en un local inclusivo. Ya en la propia descripción de Google Maps indican que Pe Baricade es un bar LGTBI friendly. Al llegar a la terraza, pronto te das cuenta de la estética hippie y el buen rollo.
Prueba las hamburguesas de ternera con queso azul. Y comprueba con tus propios ojos que aquí la cerveza es más barata que en otros bares del centro.
¿Qué puedes pedir en Pe Baricade?
Si buscas un menú del día por 30 RON, vete de lunes a viernes al restautante Diham. Es una pequeña cadena que tiene varios locales en Bucarest, uno de ellos está muy cerca del parque Titán. La carta tiene diferentes secciones: cocina italiana, rumana, asiática y una pequeña selección de platos turcos.
El restaurante de Titán tiene árboles dentro. En lugar de cortar el tronco cuando se constuyó el local, decidieron incluir la naturaleza. Ahora puedes comer o tomar un café contemplando cómo las ramas salen por el techo. Cuando el tiempo lo permiten, abren las ventanas del tejado y la sala se convierte en una terraza.
Escribe el hashtag #bestquesadillasintown. Aparecerá Taverna lui calinescu como primer resultado. La recomendación de este lugar vino de un rumano. Dijo que aquí podía comer los mejores platos mexicanos de Bucarest, pero que debía ir con el estómago vacío.
No miento si digo que sirven un kilo de quesadillas. Por suerte, en Rumanía es muy común que te pongan en una bandeja la comida que ha sobrado. Por lo tanto, si vas a cenar y la quesadilla gana la partida, habla con el camarero y que te la ponga para llevar.
Soy incapaz de imaginar un desayuno mejor: quesadilla con esas estupendas patatas.
Frecuentado por escritores, artistas e intelectuales de Bucarest. Lacrimi și Sfinți tiene a sus espaldas varias décadas de historia, lo que implica mucha experiencia entre fogones.
La parte baja del restaurante es un antiguo lagar en el que se hacía vino. Han restaurado tan bien la estructura que recuerda a otros tiempos. Los detalles no solo aparecen en los platos, alrededor del local muestran objetos tradicionales rumanos y tejidos propios de este país.
En las ocasiones más especiales, como el 1 de diciembre, contratan a músicos profesionales para acompañar la velada.
¿Cuál es el mejor plato de la carta? El sarmale. Y si no te convence, echa un vistazo a las elaboraciones con ganso.
Comer en Lacrimi și Sfinți
Calea Victoriei es la arteria principal de Bucarest. Como la avenida es tan larga, a veces es complicado encontrar bares en los que te atiendan bien y con precios razonables. Ganesha es una buena opción para tomar un café o un té con amigos. Ponen música de todos los géneros y se puede fumar cachimba.
El interior está decorado con miles de colores, sofás cómodos y vistas a Calea Victoriei. También abren la terraza cuando hace sol, aunque suele pasar desiada gente por la calle, así que recomiendo las mesas de dentro.
Empieza el día con energía en Maison des Crepes. Junto con tu café, se pueden pedir crepes saladas o dulces. Ahí empieza el dilema. Yo, acostumbrada a la nutella, tardo cuatro años para decir que combinación quiero en mi plato. Un apunte importante: en Rumanía el equivalente a Nocilla es Finetti.
Descubrí Séneca Anticafé durante la pandemia, cuando pasamos a trabajar desde casa. A veces cuesta levantarte, hacer un café y ponerse manos a la obra en el escritorio del salón.
Por eso me encanta el concepto de Séneca Anticafé, una mezcla entre biblioteca y cafetería.
Un té en una casa de principios del siglo XX. Esta es la experiencia que te ofrece Ceainaria Infinitea. Al llegar debes subir las escaleras hasta llegar al piso de una abuela rumana. Los objetos son originales, así que es un viaje en el tiempo.
El pequeño jardín es perfecto para una mañana de primavera-verano. Primero, decide el té que deseas tomar. Te llevará un tiempo porque la lista es larga.
Después, piensa el pastel o un pedazo de tarta que quieres que le acompañe. El incremento en el precio, si lo comparamos con otros locales similares, está justificado. Para estar seguro de que tendrás sitio, reserva una mesa por teléfono.
La vida sin un buen capuccino por la mañana sería muy complicada, ¿no te parece? Por eso tenemos que agradecer que en Bucarest hay pequeños locales como Origo en donde sirven café de calidad. Hay dos opciones: llevarlo de camino al trabajo o sentarte en un taburete. Coge el portátil, colócalo en la mesa y, si te didicas a escribir artículos como yo, empieza a teclear. La inspiración en este local aparece a los pocos minutos.
La carta de Templul Soarelui es infinita, tanto que cuando decides qué comer, tienes la sensación de que no has elegido lo mejor. En la cocina no hay chef chino, pero la persona que tienen contratada hace un trabajo estupendo. Por un precio asequible, se piden platos grandes de comida asiática. Lo único de lo que me puedo quejar es el servicio lento, pasan horas desde que te sirven los platos hasta que te entregan la cuenta. No es la mejor opción para alguien con prisa.
Templul Soarelui lleva la comida china hasta tu casa. Busca el local en las apps de comida a domicilio. A los repartidores, al menos en Rumanía, se les entrega una propina.
Pide comida China desde casa.
Los aficionados al picante y las especias, ya tienen su lugar en Bucarest: el Restaurante Karishma de la India. Es muy fácil llegar, tienes que ir a la estación de metro de Obor y caminar durante 10 minutos.
Creo recordar que en el menú indican el nivel de picante de los platos. No obstente, puedes preguntarle al camarero. Yo no tolero demasiado bien las comidas con especias, pero los empleados del restaurante me aconsejaron bien y me fui para casa sin dolor de barriga.
Como es obvio, todos hablan perfecto inglés y los extranjeros no tienen problemas para comunicarse.
Gara de Nord es la principal estación de tren de Bucarest. Miles de personas pasan a diario por esos andenes, pero solo algunos sabemos de la existencia de Saint Roastery.
Se trata de un pequeño local donde pueden comprar café de Etiopía, Colombia y otros países productores de esta maravilla que nos alegra la mañana. Las veces que he ido, insití en hablar rumano, aunque sin demasiado éxito porque todas las personas que atienden dominan el inglés.
Para acompañar el café, hay pasteles caseros, bollería tradicional y zumos de todos los sabores. Los días de frío puedes sentarte en una de las pequeñas mesas de dentro y, en verano, salir a la terraza.
Y si vas con prisa porque tu tren sale ya, pide el café para llevar. Te gustará el trato de los empleados y el sabor del café.
Los precios más altos que en otras cafeterías. Entonces, ¿por qué vuelvo? ¡Por la calidad!
He ido tantas veces a comer y cenar a Naser, que ya no tengo que disculparme por el acento español pidiendo comida en rumano. En el restaurante trabajan cocineros y camareros de diferentes países árabes, por lo que la comida tiene un aroma real. En Bucarest hay varios locales con el mismo nombre, pero creo que no son los mismos propietarios.
Yo te recomiendo el restaurante Naser que está cerca de Obor. Si tienes coche es sencillo encontrar sitio para aparcar y si te mueves en metro, no creo que sean más de diez minutos caminando.
Hace poco que descubrí un secreto en el mundo de las cachimbas. En algunos lugares, por ejemplo en Siria, cuando fumas y entregas la boquilla al compañero, tienes que doblar la manguera. Me recuerda a la forma en la que das un cuchillo, jamás lo entregas por la punta. Y para terminar, das una pequeña palmada en su mano.
Cómo se entrega la cachimba siendo educado
El dueño de La luz es peruano y hace poco tiempo que ha abierto el local. Por un coste menor que en otros locales de Calea Victoriei, pleno centro histórico de Bucarest, puedes tomar un café XXL y comer una pequeña empanada de Perú (alrededor de 8 RON).
Solo hay un inconveniente, si quieres probar las empanadas de este lugar debes llamar con antelación. De esta manera de aseguras de que las tengas y eliges el sabor, porque no siguen ningún criterio a la hora de cocinarlas. La primera vez que fui a este local, mi intención era comer una empanada como las que probé en Arequipa, sin embargo me quedé con las ganas porque a las 14:15 (abren quince minutos antes) no las tenían listas.
Me propusieron esperar dos horas, el tiempo que necesitan para prepararlas y meternas en el horno. Por supuesto dije que no, me pedí un café con leche y creo que me obsesioné con la idea de comer esas empanadas. Fue una amiga la que me dijo cómo prodecer, primero se llama a La luz y luego vas a buscarlas. ¡La espera mereció la pena!
A veces, el tiempo meteorológico es indiferente. Si estás paseando por Olt Town, tienes que probar los helados artesanos de la Heladeria Emilia. Tú eliges si quieres cucurucho, tarrina y el número de bolas. Para lo buenos que están, el precio me parece pequeño. Las filas en Rumanía son complejas, no todos esperan sin razón en un local, así que si ves un grupo grande de personas haciendo cola: únete a ellos.
Dejas de ser un turista o alguien de paso en Bucarest cuando vas a comer al restaurante Irisa. En las mesas se escucha hablar rumano y en la carta destaca la comida nacional.
Cualquier plato que incluya carne está rico. La verdad es que en Rumanía, la mayoría son carnívoros y buscan excusas para meter en el menú alguna carne.
De este restaurante recomiendo el cordero y el plato estrella, la papada de cerdo. La elaboración está hecha con cariño y paciencia, por eso cuando llega a la mesa se te deshace en la boca.
Bucarest es una ciudad de contrastes entre el gris de los bloques comunistas y el verde de los parques. La tarde de paseo por Tineretului puede terminar en The actors Café. Hay dos terrazas y en ambas aceptan perros. Te recomiendo la del interior porque tiene vistas al lago y resulta un sitio muy acogedor.
La primera comida rumana que probé fueron mici y todavía no me he cansado. En mi opinión, se parece al criollo gallego, pero el sabor es un poco diferente.
Ya te he contado los secretos gastronómicos de Bucarest, ahora te toca a ti procesar la información y elegir un restaurante. En estos menús encuentras platos rumanos, italianos, húngaros… porque Rumanía es una mezcla de muchas cosas y el paladar no iba a ser diferente. ¿Has probado a comer o tomar algo en alguno de estos locales? ¿Tienes otras recomendaciones en tu lista?
Simona Halep fue la mejor tenista del mundo durante unos años. Ganó 6 títulos en 2013, se enfretó a Serena Williams y es Ciudadana Honorífica de Bucarest. Sin embargo, se ha hablado más del pecho de la arrumana que de sus triunfos profesionales.
Si cuando eras niño vivías en la Rumanía de 1980, tenías una bicicleta Pegas. Horas sentado en ese asiento banana, pedaleando en verano e invierno. Un símbolo del comunismo y los recuerdos de infancia de muchos. ¡Ha vuelto! Me encanta vivir en Rumanía y hacer muchas preguntas. Básicamente, porque no tenía ni idea de nada…
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