El blog feminista que cuenta hazañas de mujeres de todo el mundo. Hay dos formas de viajar: puedes subir a un avión para escribir tu historia o puedes leer nuestra herstory desde el sofá y volar.
Concepción de la madre en fraseología mexicana
¿Qué es lo que realmente transmitimos cuando hablamos? ¿Importan las palabras que elegimos? ¿Y su historia? ¿Qué revelan de nosotras nuestras elecciones lingüísticas? Como lingüística preocupada por la ideología que reflejan las palabras y expresiones que empleamos en nuestra habla cotidiana, decidí estudiar un corpus lingüístico conformado por entrevistas de hablantes del español de México de diferentes cualidades sociales: edad, género y nivel socio-académico.
Si a la palabra MADRE le añadimos el prefijo -DES que implica la “negación o la inversión del significado” (DLE) obtenemos una expresión que representa la confusión y el desorden, por un lado, y la diversión armando un relajo o alboroto, por otro lado.
También nos hemos encontrado con la expresión MADRAZOS, formada con el sufijo -AZO que indica un valor despectivo y que en conjunto representa el acto violento de “golpear”.
¿Por qué es importante analizar nuestro idioma?
¿Qué quiere decir esto? ¿Que la presencia de la madre se relaciona con el orden y el aburrimiento mientras que su ausencia (des) significa libertad y diversión? ¿Por qué la imagen de la creadora se emplea para representar la violencia?
NI MADRE(S), ME VALE MADRE(S), VALEMADRISMO es la cosificación
En las entrevistas nos encontramos con tres expresiones malsonantes empleadas con frecuencia en el habla de la capital mexicana y que refieren a la madre con el significado de algo cuyo nombre no se acuerda, se desconoce o algo que carece de ningún valor e importancia.
VALEMADRISMO o la pura indiferencia
De esta forma, nos encontramos ante un proceso de anulación y cosificación lingüística. La máxima expresión de este significado es la palabra VALEMADRISMO, “actitud de indiferencia ante todo” (DA).
NO TENER NI MADRE(S) es de mala educación
Cuando le decimos a alguien que no tiene ni madre, estamos definiéndolo como una persona sinvergüenza, un bribón o como alguien que desarrolla una conducta censurable (DBM). Queremos destacar de esta expresión como la ausencia de la madre, de nuevo, presenta connotaciones negativas, en esta ocasión, la falta de educación de una persona.
¡Las feministas mexicanas salen a la calle! ¿Su arma? La voz.
ESTAR HASTA LA MADRE o estar harto
Esta locución, de nuevo, refiere un aspecto negativo de la madre, pues esta es referida cuando una quiere decir que ya está cansada y que no da más de sí. Cabe destacar que la madre es el límite de la paciencia y cuando una no tiene más paciencia se acerca a su estado.
CHINGA TU MADRE Y UNA MENTADA DE MADRE para ofender
Sin duda alguna, estas son dos de las expresiones más empleadas y que resultan más ofensivas. Llama la atención que una expresión tan empleada como CHINGA TU MADRE abarque una gama de significados que van desde “importunar o molestar a alguien” (DBM) hasta “violar sexualmente a alguien” (DA).
Su origen se remonta a la época de la Conquista Española cuando la palabra CHINGADA se empleaba para referirse a aquellas mujeres indígenas que habían sido forzadas y abusadas sexualmente por los colonos.
¿Sabías que decir ChINGA TU MADRE empezó con la Conquista Española?
Extracto de la película Entre ficheras anda el diablo (1984) que muestra la frecuencia del verbo chingar y sus múltiples significados
¿Cuál es el origen de la expresión chinga tu madre?
¿Qué significa MADRE y PADRE en México? Algunas conclusiones
Tras observar los significados de aquellas expresiones relacionadas con la MADRE, concluímos que existe un cambio en la concepción del referente definido como un paso de lo sagrado a lo obsceno, pues la madre es descrita en la mayoría de las entrevistas en términos positivos empleando adjetivos como simpática, apapachadora, amable, etc., concepción lejana a la que nos encontramos en las locuciones aquí presentadas.
El caso del PADRE es totalmente el contrario. Todas las expresiones que refieren al progenitor – PADRE, PADRÍSIMO, MUY PADRE o BIEN PADRE– presentan únicamente connotaciones positivas, de forma que el padre pasa a representar lo bueno, lo ideal.
Contrario a lo que sucedía en el caso anterior, la mayoría de las descripciones de los PADRES de familia eran descritas empleando adjetivos de ponderación negativa como macho, violento, alcohólico, abusador, etc.
Monumento a Benito Juárez (CDMX) resultado de las protestas feministas. Imagen de La Verdad.
¿Las palabras pueden acabar con el machismo?
¿Qué es lo que pretendemos con este análisis? Buscamos crear reflexión lingüística. En este caso nos encontramos ante una ciudad que ha decretado el estado de alarma por violencia de género, un país en el que asesinan a 10 mujeres todos los días pero que continúan a emplear constantemente expresiones en las que la mujer es visto de manera peyorativa e incluso violentada, mancillada y agredida en algunas de ellas.
Cambiar nuestro lenguaje no va a cambiar de manera automática la realidad que habitamos pero sí paso a paso nos ayuda a desarrollar una conciencia crítica y feminista que posibilite la existencia de un mundo más armónico y menos violento en el que podamos dirigirnos a nuestr@s iguales sin necesidad de ofensas.
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Soy socióloga, feminista e inmigrante en Rumanía. Trabajo de SEO Copywriter y vivo de lo que escribo. Nací en un pueblo de Pontevedra (Galicia, España) en 1994. Al poco tiempo, descubrí que me gustaba escuchar historias de mujeres gracias a las anécdotas de mi abuela y mi madre.
Después llegué a las clases de Pilar. La profesora de Historia de 2º de la ESO marcó mi destino. Consiguió trasladarme a la Mezquita de Córdoba, la quiebra del Antiguo Régimen y el reinado de María de Castilla. Generó una pregunta en mi cabeza: ¿dónde estaban y qué hacían las mujeres de esa época? Así creé mi cuarto propio donde empecé a escribir nuestra herstory. Y aquí sigo, aporreando el teclado de Sen Enderezo desde 2014.