9 mujeres humoristas en España y otros formatos para reír

Prometí carcajadas, y aquí las traigo. ¿Te suena la frase «las mujeres no hacen gracia»? Pues en Sen Enderezo, un blog feminista especializado en herstory, vamos a tirar por tierra esta falsedad. Porque como ya dejó por escrito Nerea Pérez de las Heras, el humor de las mujeres es universal. Te presentamos a 9 mujeres humoristas de España y otros formatos que arrancan una risa hasta en los días más complicados.

Estirando el chicle de Carolina Iglesias y Victoria Martín

Carolina Iglesias (1) y Victoria Martín (2). La combinación de Galicia y Madrid. Dos millennials que no se cortan a la hora de sacar trapos sucios, historietas de cuando eran adolescentes y chistes escatológicos. Sin embargo, en el programa llegan a tratar temas profundos y llevan invitadas muy interesantes.

¡Todas somos Yoli! Solo un ejemplo de un podcast de Estirando el chicle.
  • Carolina Iglesias nació en Oleiros (A Coruña). Como toda hija de vecina, pasó por varios trabajos precarios hasta que dio el salto a la fama. Quizá no sea imparcial porque ambas somos gallegas, salvando las distancias, pero su monólogo de pringada desencaja mi mandíbula. Estirando el chicle es el resultado de una larga trayectoria.
  • Vitoria Martín parece sacada de otra galaxia y no de Rivas (Madrid). La verdad es que ir a un colegio y un instituto del Opus Dei, da para mucho. Habla sin reparo sobre su tierna infancia en unas aulas que parecen de otra época. Podría acabar en drama, pero ella da la vuelta, y convierte lo indignante en descojonante.

Tampoco olvido la participación de Lala Chus (3), que lo mismo comenta cómo es la vendimia, como narra las leyendas de su pueblo de La Marcha (en un estilo muy Almodóvar en Volver).

Admito que descubrí este podcast en junio. Sí, soy una de esas incautas que llegasteis a atrapar en Youtube. Gracias por acompañarme durante todo el verano. Carolina con su voz pausada, procesando toda la información y con una retranca gallega que por ahí sigue. Y tú Victoria, con ese estilo acelerado y las burradas sin medida, estoy en tu team.


Nerea Pérez de las Heras y Feminismo para Torpes

Nerea Pérez de las Heras (4), madrileña. Cree que las mujeres tenemos que limpiarnos las gafas. Los cristales están tan sucios, que no podemos ver con claridad. Ella opta por ir al oculista, graduar correctamente la lente y caminar por un mundo nítido. Vamos, lo que todas conocemos como gafas moradas.

Busca las cascos, ponte cómoda y escucha lo que tiene que decir

Nerea Pérez de las Heras en Si no puedo bailar.

Nerea cayó en el mundo del humor por casualidad, ayudando a unas amigas que organizaban un evento. Como lo único que sabía hacer era escribir y hacer reír, cogió boli y papel para empezar con su monólogo. El show del 2016 fue muy bueno, pero como el vino, con el paso del tiempo se volvió una delicatesen. En escena ves a un hombre y una mujer que siguen instrucciones de la Heras, porque ella lleva la voz cantante.

¿Qué pintan los feminismos en la comedia y el periodismo? El avión con la cuchara, dosis bien masticadas, funciona. ¡Qué bien hablas, hija!

Se puede, y se debe, hablar de cosas serias con humor. No hace falta ser catedrática para propagar el feminismo por todos los rincones de España. Aprovechemos que hay personas con esta habilidad. Desde luego, en mi próximo viaje a Madrid, haré una visita a un teatro que tenga un cartel bien grande con el nombre de esta mujer.

Flo, el famoso cómico Florentino Fernández, dijo que las mujeres no eran capaces de hacer reír. Que no son mayoría en la comida porque no tienen ni pizca de gracia. No sé si criticar primero su ignorancia sobre la «meritocracia«, explicar qué es el techo de cristal o sugerir que cambia de gafas. Mejor, cedo la palabra a Nerea Pérez de las Heras.

El famoso «las mujeres no están en la comedia porque no hacen gracia». Rafa Nadal dijo algo así sobre la poca participación de las mujeres en el tenis, por lo que yo dediqué un artículo sobre las mujeres en el deporte.
¡Obligatorio en verano! Esto es una maravilla, con tips incluidos para luchar contra los salidos de las playas.

Y he dejado para el final lo mejor: la maravilla que publicó a través de El País. Por resumir sus letras, las mujeres que se dedican al humor no pertenecen a un nicho. Los chistes y la guasa son universales, así que, si una humorista se sube al escenario, el público es diverso.

¿La clave para el éxito? Llegar a ocupar un lugar, que la mujer no necesite una cuota para estar en lo público, y que una vez allí, hagamos las cosas con las tripas. Las mujeres comediantes no son un nicho, tampoco nos hacen reír a cuatro feministas que las seguimos porque son chicas. Si el discurso es original, verdadero y sentido, seríamos unas locas si no compramos boletos para el show.

Eva Hache en el Club de la comedia y más

La más veterana, creo que es Eva Hache (5). La hemos visto en el Club de la comedia y otros formatos televisimos. En la última etapa, hasta se ha atrevido con un podcast que cuenta la vida de los adolescentes: Tú no me conoces. Para mí, los mejores monólogos hechos por mujeres, son los que hablan de cosas normales y no tomicazos que feminizados.

Eva Hache haciendo de las suyas.

Tal vez, durante demasiadas décadas, hemos creído que las mujeres no tenían gracia, cuando lo que fallaba era el contenido.

  • Cuando era adolescente, solía ver el Club de la Comedia, y formatos parecidos, con mi hermano mayor. Al ver que una mujer iba a ocupar el micrófono, escuchábamos durante dos minutos y cambiábamos de canal.
  • Sin bromas se centraban en novios, estética o suegras imposibles. Qué fácil es ser la mujer perfecta para un hombre, básicamente. Nos parecían un muermo. Hasta que nos encontramos a una actriz que nos encantó, Isabel Ortiz, por la sencilla razón de que salió de guion -al menos un poco-. En las tablas, contó una historia diferente, se tomó la misma licencia que cualquiera de sus compañeros hombres.
  • Por cierto, algún día llegaré a entender por qué en el Club de la comedia llaman a más actrices que a comediantes. Porque sí, Isabel Ordaz me puede hacer reír, pero su principal actividad es la interpretación. ¿Quién está en la dirección de estos programadas de la tele?
Isabel Ortiz en El club de la comedia hace 10 años (aproximadamente).

Hernar Álvarez en Buenismo bien, y tan bien

Coger la violencia obstétrica y transformarla en comedia, no parece sencillo. Pues Hernar Álvarez (6) te lo hace en un periquete. Se puede ser bruta como un arado y a la vez graciosa. Confirmado. Buenismo bien ha sido otro descubrimiento este verano. Lo siento si no sigo la actualidad española, porque este bendito programa debería serlo, pero resido en el extranjero.

Buenismo bien en vena.

En esta aventura radifónica, o lo que llamemos ahora al mundo del podcast, le acompañan Quique Peinado y Manuel Burque. Dos señores que podemos escuchar en la gran pantalla, por ejemplo, Zapeando. Ya estaban curtidos en las artes sonoras, porque hace unos años ponían voz a Radio Gaga.

Me veo en la obligación de volver a nombrar Estirando el chicle. En una de esas tardes después de trabajar, mientras tomaba un té -ya tengo una edad para darme cuenta de que un martes y cerveza, no casan-, me tiré en el sofá y vi un programa de este podcast que tanto disfruto.

En la segunda parte de podcast, Henar Álvarez habla de cómo fue su parto. Violencias obstétricas contadas desde la brutalidad, el humor y la autobiografía.

Recomendación Extra: En este episodio con Henar, comparan Vida Perfecta – una serie de Leticia Dolera- y Los Serrano. En la primera se ve un embarazo con las dificultades habituales, un parto que dura horas, un equipo que escucha a la madre… Y en la segunda, Lourdes tuvo un parto en milésimas de segundo.

Recomendación serie
  • Nada más empezar, Carolina Iglesias saca unas bragas de la regla. Por ponerte en contexto, todas las chicas que pasan por esa mesa, tienen que dejar una prenda de ropa interior en el tendedero. Elección libre. Pues la gallega, decidió colaborar con unas Unno color mostaza.
  • Las bragas de la regla dan para muchos episodios, de verdad. Creo que no conozco a ninguna mujer que no tenga un par reservadas para este uso. Y quien diga que no, miente. Aquí debo decir que Valeria, una serie disponible en Netflix que tiene sus críticas, pero vale para pasar el rato (es algo así como el Sexo en Nueva York, made in Spain), meciona este mágico concepto. De hecho, Carmen dice que deberíamos tener sábanas y ropa interior para la regla, que a lo tanto manchamos prendas a las que le tenemos cariño.

Ana Morgade y las risas en la televisión

En el equipo de las humoristas con más hojas de currículum, nos encontramos con Ana Morgade (7). Hacía sus secciones en Buenafuente, un programa en el que tuvo que cambiar los guiones porque discrepaba con los chistes. Como bien detalla ahora, alrededor de la cuarentena, la tele de hace 15 años era otro mundo. Las mujeres se presentaban en el Club de la comedia con taconazos, vestidos ajustados y con ciertos patrones.

Ana Morgade en Buenafuente.

Ana quiso llevar un traje y zapato plano en Buenafuente. Lo confeccionaron, hicieron prubas, pero alguien de arriba dijo que mejor lo de antes. Además de soltar chistes, hace teatro y participó en algunas series españolas. Algunos actores creen que es una especie de intrusa, ya que esta mujer se dedica a la comedia y sale en la tele, pero ella reponde con sacarmo y salero.


Thais Villas animando al debate en El Intermedio

El Gran Wyoming es la estrella de El Intermedio. No lo digo yo, lo dicen los productores. Luego está Dani Mateo, andaba por ahí Gonzo y demás. En el bando de las chicas, Thais Villas (8) tiene apariciones esporádicas que arrancan el debate.

Thais Villas en El Intermedio y sus debates.

Me pregunto por qué en esta franja horaria y en La Sexta, no hay un programa de humor capitaneado por una mujer. Sandra Sabatés es la otra mujer que da sabor al show, una periodista que aplica ironía a la actualidad política, económica y social de España. Tal era su tirón que abrió la sección Mujer tenía que ser, en la que entrevista a personas muy interesantes.


Martita de Graná (9) revienta los auditorios, tiene éxito en las redes sociales y hace que te partas la caja toráfica. Empezó subiendo vídeos en Facebook, hasta que llegó a los públicos más amplios. No conozco mucho su trabajo, la verdad, pero merecía un puesto aquí.

El gran éxito de Martita de Graná con sus monólogos.

Mujeres que hacen reír en Netflix. 5 series que hacen gracia

Ya es hora de contar qué puedes ver en Netflix para soltar unas carcajadas en el salón. Toma nota porque te aseguro que los días grises, cogen un color más alegre.

1. Workin’ Moms

Un grupo de mujeres asiste a clases sobre cuidados, lactancia y otros temas relacionados con la maternidad. Algo así como un club de autoayuda, que a la vez actúa de confesionario. Cada una presenta su pecualiar personalidad, con diferentes perfiles laborales y modelos de familia. Dale una oportunidad a los 20 minutos que dura el capítulo.

#Spoiler: el personaje con el que me identifico en mayor medida es Kate.

2. Las supernenas de Aquí no hay quien viva

Crecí con esta serie y no me canso de verlo. Sé los capítulos de memoria y le guardo gran cariño a varios vecinos, pero mis favoritas son las viejas. Marisa, Vicenta y Concha rompen todos los estereotipos sobre las abuelas. Van al bingo, roban en el supermercado, una de ella quiere pegar un braguetazo en Benidorm… ¡Ojalá ser así de mayor!

Las supernenas y sus actividades.

Soy incapaz de quedarme con una. Concha es un lince para los negocios, cualquier excusa es buena para ganar dinero, ¿recuerdas cuando vendió entradas a la fiesta de la pija? Marisa está divorciada, tiene una hija que pasa de ella y lo único que quiere es vivir, ¡claro que sí! Vicenta es la más inocente, 60 años esperando por un príncipe azul que parece que no llega.

¿Y qué me dices de las golfas? Belén resume estupendamente cómo se siente mi generación. Ciudades empapeladas con tu currículum, parejas que son un desastre, padres con los que no te entiendes… todo le sale mal a la pobre, pero bien que la queremos. Alicia sigue en la edad del pavo, tiene éxito con los hombres y persigue su sueño de ser actriz. Un buen combo.

3. Lugar de Mulher

Monólogos en brasileño que demuestran que las mujeres hacen humor universal. Todas me han hecho reír y fueron un maravilloso descubrimiento en mi lista de Netflix. Si lees esto y eres de Brasil, ¿conoces más programas similares?

Lugar de Mulher en Brasil. Monólogos de mujeres brasileñas que hacen que te partas en dos.

4. Tres días de navidad

Tres días de navidad es una miniserie de Netflix. Comienza como un drama con desapariciones, Guerra Civil y una casa en medio de la montaña. Entonces, ¿por qué la traigo a esta lista? Es un pretexto para citar a Verónica Forqué. La actriz interpreta a Adela, una mujer que ya tiene nietos y lleva muchos años con el mismo hombre, que ahora es dependiente. Pues la señora está harta de todo, ¡hasta el gorro de todo y de todos! Así que, abandona al marido en una parada de autobús y sigue con los planes de Nochebuena.

Verónica Forqué sacando risas en Tres días de navidad.

Forqué suele hacer papeles de comedia. Salir del ropero (2019) es la película que cuenta la historia de dos mujeres, ya abuelas, que están enamoradas y se casan. ¡Se viene dramita! La producción tiene sus matices y puede ser criticada, pero jamás dudaré de el poder de Verónica Forqué haciendo comedia. Amigas, tiene 4 Goyas. Las mujeres que tienen una cierta edad, no tienen que desaparecer de las pantallas.

5. The Marvelous Mrs. Maisel

Ahora es difícil ganarse la vida como humorista, si eres mujer, pero antes incluso era más complicado. Mrs. Maisel vive en Estados Unidos, a finales de 1950 y principios de 1960. En la sociedad de la mística de la feminidad, ella subió a las tablas y soltó unos chistes.

Cómo ser una comediante a finales de 1950.

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes. Un libro sin piedad, gracioso y escrito por una mujer

Antes de conocer a Tatiana Țîbuleac (Chisinau, 1978), no había leído a ninguna autora de República de Moldavia. Y a ningún hombre, para ser honestas. El verano en que mi madre tuvo los ojos verdesVara în care mama a avut ochii verzi (2019), título original en rumano- rompe con todas las normas establecidas:

  • Una madre ausente y despreciable. La abuela emprendedora, pero dentro de una tradición polaca. Un hijo loco que odia su vida. Un marido alcóholico y bastardo. Una hija muerta. Un cáncer que consume a la mujer de ojos verdes. Y un verano en Francia comiendo salchichas caducadas.
  • Para tu sorpresa, Țîbuleac vuelve todas estas desgracias en capítulos con humor. Zampé las páginas en una tarde porque el ritmo de la historia, el sarcasmo y las barbaridades no cesaban.
  • Remueve las tripas. Por momentos sientes ternura por los personajes y otras veces quieres perderlos a todos de vista. Sin embargo, las risas no faltan. Tatiana se atreve hasta con una enfermedad tan despiadada como el cáncer.
  • La obra está traducida al español y el francés. ¡Tiene que estar en tu estantería!
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes. Un libro moldavo que se atreve con todo.

Espero que después de escuchar a estas 9 humoristas de España y el resto de recomendaciones que he hecho, no vuelvas a decir de eso: «Las mujeres no tienen gracia». Recojo las palabras de las Heras para afirmar que el humor que hacen las mujeres es universal y no está pensando para una minoría. Ojalá Sen Enderezo te haya robado una carcajada.

Por favor, si tienes sugerencias o ideas para ampliar este artículo, déjalas en los comentarios.

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