Historias couch. Suiza y Alemania en Compostela

Cuando viajo utilizo mucho couchsurfing, es una forma de conocer las ciudades que visito desde los ojos de un autóctono. No quedarme únicamente con los lugares turísticos y después recordar una imagen ficticia. Me gusta comer lo que comen ellos, hablar como hablan ellos, pasear por donde pasean ellos… Y cuando yo no puedo pasear mi mochila, me encanta aceptar gente en mi casa y que me cuenten sus historias viajeras. Sí, que me den un poco de envidia sana.
La última vez que he sido host, ha sido en Santiago de Compostela. En esta ocasión, apadriné a dos chicas Erasmus en Salamanca. Sabrina, de Munich (Suiza) y Saskia de Berlín (Alemania). Ambas hablaban un perfecto español, salvo alguna modificación de los géneros de las palabras o frases que en sus bocas sonaban muy simpáticas, por ejemplo: ¿eres lista? en lugar de ¿estás lista?. Lo típico que ocurre cuando intentas hablar un idioma que no es el tuyo. Otra anécdota graciosa ocurrió cuando me preguntaron qué es un hórreo, donde vivo actualmente es una zona rural y cada casa cuenta con uno. No entendían para qué sirve y pensaron que era un panteón familiar porque vieron que tenía una cruz. Nunca lo había pensado, para mí es evidente que se utilizaba para guardar el trigo y las cosechas. La ingenuidad de los extranjeros y, evidentemente, yo también diré barbaridades sobre cosas de otros países: en Italia no sabía pedir un café con leche normal (me servían leche con dos gotas de café), en Brasil no tenía ni idea de cómo usar la alcachofa de la ducha, en Chile dije mil veces ´´coger´´ en vez de ´´tomar´´, en Moldavia llevaba los nombres de las ciudades escritos en un papel porque no sabía cómo se decía…

Con Sabrina (Suiza) y Saskia (Alemania) en Compostela
Solo estuvieron en casa un día, pero fue tiempo suficiente para que me pareciesen muy simpáticas y todas unas aventureras. Las dos estuvieron al otro lado del Atlántico. Sabrina vivió en Canadá y viajó también por Centro América. Saskia aprendió español en Perú y pateó todo Bolivia en uno de esos autobuses llenos de señoras con aguayos. Por supuesto, visitaron capitales europeas y tenían planes de seguir viajando.
Incluso su viaje al norte fue improvisado, después de los exámenes finales solo querían salir del calor de Salamanca y venir a las playas gallegas. Hicieron esta pequeña parada en Compostela, Saskia trajo su coche desde Alemania cuando se mudó a España, y después continuaron su ruta por A Coruña y la zona de San Andrés de Teixido, Cariño y Ortigueira. Antes de volver a la rutina, pararon en las termas de Ourense.

Hórreo de Lira. Fotografía de Dani Candal
Couchsurfing no es solo pedir un sofá gratis en el extranjero; es compartir una cena con gente de tu edad y de otro país, practicar otro idioma, hablar sobre tus locas historias de viaje, recomendar lugares que conoces y, en definitiva, divertirse mucho.